4. ¿Le interesa comprar un riñón?

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Nuestro extraño momento fue interrumpido por la alarma de mi celular. Helen soltó mi mano y yo saqué el teléfono de mi bolsillo.

-Ya son las 5:30, pronto me tengo que ir.

—yo te llevo.

-Si super Helen —Rodé los ojos y sonreí —. Iré a buscar mi mochila.

—Oh, voy contigo —Ambos nos levantamos — con eso aprovecho y te doy algo.

Subimos a su cuarto y mientras yo guardaba mis cosas él rebuscaba en unas cosas que tenía por ahí.

Me colgué mi mochila y observé a Helen, quien se levantó de la silla de su escritorio y me pasó una hoja gruesa, de esas que se usan para dibujar. La volteé y pude apreciar un bello dibujo hecho a carboncillo: Una figura femenina en medio de una calle vacía, tras ella se extendía un bosque donde se ocultaba una inmensa luna acompañada de numerosas estrellas.

He de decir que me enamoré del dibujo ¿Será legal casarse con un trozo de papel?

—Oh Dios, Helen —observé el dibujo maravillada y luego a Helen— ¡Está precioso! ¡Me encanta!

Me lancé hacia el cuello de Helen y lo abracé, hundiendo su rostro en mi pecho con fuerza, se tuvo que encorvar, o más bien le obligé, luego lo solté y aprecié el arte que tenía entre mis manos.

-Es lo más lindo que me han regalado —Chillé mientras abrazaba con cuidado el dibujo — Muchas gracias Helen.

El se mantenía serio y callado, pero pude divisar un ligero sonrojo adornar sus mejillas.

Qué tierno.

Guardé el dibujo entre mis cuadernos y salí con Helen, quien me va a acompañar a casa. Caminamos en silencio, el miraba hacia adelante y yo miraba a las nubes, que estaban en bellos tonos naranjas y rosas por el ocaso, son casi las seis, pronto va a oscurecer.

Llegamos a mi casa y le agradecí a Helen que me acompañara, nos despedimos y él se fue. Yo entré y me tiré tranquilamente al sofá. Dejé la mochila en el suelo y encendí la televisión.

No sé en qué momento me dormí, pero al despertar eran las once de la noche.

-Y... Me perdí la cena otra vez.

Me levanté del sofá, me estiré y apagué la televisión. Fuí a la cocina y abrí la nevera a ver qué encontraba.

-Bingo.

Tomé el bote del leche y me serví un vaso. Luego rebusqué en la alacena y encontré unas galletas. Tomé el paquete completo, el vaso de leche y subí a mi cuarto en completo silencio para no despertar a mamá (Que ni estoy segura de si está en casa) y me senté en mi escritorio frente a la computadora, dejé las galletas en un lado del monitor y di un trago a mi leche pare después dejarlo a un lado de las galletas. Encendí la computadora y entré al navegador.

No tenía nada que hacer y no tenía sueño así que entré a YouTube y puse unos vídeos donde relatan historias de miedo.

-Son historias tan entretenidas y a la vez tan irreales...

Luego de unos siete vídeos de veinte o más minutos, mi celular sonó indicando que tenía un mensaje nuevo, lo tomé y revisé quien era el subnormal que mandaba mensajes a esta hora.

-¿Eh? Jaja, es Helen.

Bandeja de entrada.

Esto ¿Lilith? ¿Eres tú?

Sonreí con picardía y respondí al mensaje.

¿Lilith? No conozco a nadie que se llame así
¿De casualidad le interesa comprar un riñón?

Feelings  || Bloody Painter ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora