Yo no he robado eso.
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Narrador Omnisciente.Pasados un par de semanas, la chica, que forjó un lazo amistoso con aquel joven con la mirada del cielo, cayó enferma. Sufrió un bajón de Hemoglobina y tuvo que ser internada en el centro de salud donde su madre trabajaba actualmente.
—Aún no termino de entender el por qué descuidaste tu salud por una tarea de valía tan sólo 5 puntos —Habló el pelinegro, sentado a un lado de la cama de hospital de la chica—.
—Te puedo jurar que no sabía que valía tan poco...
—Pues ya ves, casi mueres por 5 puntos —El chico desvió su vista de la joven hacía su cuaderno de química—. Oh, sí. También tienes que prepararte para un examen acerca de las cadenas carbonadas.
—¿Sabes? Creo que prefiero pudrirme en este hospital —Dijo exasperada mientras se dejaba caer en su cama, puesto que estaba sentada en la misma—. Son al menos 5 evaluaciones para esta semana. ¡Es mucho para mí! —Dijo mientras dramatizaba y hacia extraños gestos con las manos—.
—No te creas, no están presionando bastante. Más bien es poco para lo que viene la próxima semana. —Dijo con tranquilidad mientras guardaba el cuaderno— Y sabes que voy a ayudarte ¿Por qué sufres tanto?
—Eres un Ángel, el Salvador de esta alma en pena, la espada de este Guerrero que lucha contra el demonio de las tareas escolares —Decía ella de una manera angelical, como la narrativa de algo celestial y sagrado, el chico Miró los medicamentos de la mesa y el suero—.
—¿Qué Diablos están metiendo en tu cuerpo? Pareces tan drogada que me das miedo...
En ese momento entra la madre de la chica.
—Oh, hola Helen. —Dijo sonriendo, coqueta— ¿Qué tal estás?
—A veces tú mamá también me da miedo Lilith... —Dijo susurrando a la chica— Bien, señora, gracias.
—Eres tan tierno —Dijo entre risas para luego desordenar su cabello de forma maternal—. Creo que le sientas mejor a mi hija que a mí. —La mujer se acercó al oído del chico y susurró para que su hija no escuchase— Pero aquí entre nos, se que Lilith odiaría tener que decirte "papá"— Se alejó riendo y se sentó en la silla al otro lado de la cama.
Helen se quedó quieto mirando un punto fijo, algo pálido y sudando frío.
"Esta mujer enserio da escalofríos" Pensó.
—Mami~ Veo colores raros en la pared
—Si pequeña, mejor vete a dormir —Dijo su madre con tranquilidad. Arropó a la chica y esta se durmió—.
—Ya me retiro, nos vemos señora.
—Nos vemos Helen.
El joven salió del Hospital y se dirigió a su casa, la cual estaba sola. Entró y fue a su cuarto a estudiar.
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—¡Eres un ladrón!
—No he tomado eso, ni siquiera me he levantado de mi asiento.
—Eso no explica qué hace mi reloj en tu mochila.
Todo el Salón estaba en contra de Otis, quien era acusado de tomar un reloj que no le pertenece. Este se defendía con molestia, él era inocente
El seguía siendo Inocente.
—Hablaré con el profesor, deberían sancionarte por robo.
—Adelante, pero yo no he robado eso. No tengo motivos.
La chica se fue con mucho enojo. Helen sólo se quedó allí sentado garabateando en su libreta, todos los estudiantes del Salón lo observaban con desaprobación y reproche menos uno, quien miraba con una sonrisa cínica.
Pasaron un par de días luego de eso, Helen se convirtió en víctima del acoso constante de sus compañeros, Lilith aún no volvía del Hospital y a causa de los golpes en el rostro, Helen no la visitaba seguido.
Ya era viernes, Lilith fué ese día pero ella y Helen no pudieron pasar mucho tiempo juntos pues Lilith tenía que presentar varias cosas en las que efectivamente Helen le había ayudado.
Durante las semanas de acoso que sufrió Helen, se hizo más cercano a Tom, quien empezó a interactuar con él a través de correo electrónico. Se hicieron buenos amigos. Lilith siempre trataba de defender a Helen, pues ella creía en su inocencia, pero Helen lo evitaba a toda costa ya que sus compañeros suelen ser agresivos incluso con chicas (Les consta) pero Lilith siempre fue testaruda. Quien más golpes se llevaba era Helen en momentos que protegía a Lilith, ella se disculpaba y ayudaba a curar sus heridas en la enfermería, pero Helen nunca le daba la suficiente importancia, le había tomado cariño a la chica y no lograba enfadarse mucho con ella a menos que fuera algo grave (Como descuidar su salud e integridad física). Lo que solía reprocharle constantemente era el hecho de meterse en las peleas, le preocupaba que ella saliese lastimada.
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—Pero es falso Helen —Dijo la chica haciendo pucheros—. Tu no eres un ladrón.—No nos van a creer, pero me alegro que tú y Tom crean en mi inocencia.
—No es sólo por creer, te conozco ¿Para qué rayos querrías tú un reloj tan feo?
Ambos rieron, cuando estaban juntos y a solas se creaba un ambiente muy ameno para los dos.
—Me alegra que las gradas sean solitarias, en mi antigua escuela los estudiantes venían aquí a besarse u otras cosas —Dijo con una mueca—. Estoy empezando a pensar que estudiaba en un lugar de muy mala muerte.
—... No tengo comentarios al respecto— Dijo el chico con la mirada perdida y el ceño fruncido, imaginando la situación—.
En un momento dado, el chico se imaginó a sí mismo y Lilith fundiéndose en un beso en esas mismas gradas y un rubor invadió sus mejillas, desvío la mirada de la chica hacía el paisaje, tratando de borrar la imagen mental.
Eso fue hasta que sintió un pellizco en la mejilla.
—¡Au! ¡Hey! —Él volteó y miró a la chica con mirada fulminante mientras sobaba el lugar afectado—.
—No me ignores —Dijo sonriendo—, llevo rato diciéndote que mamá te invitó a cenar hoy.
—Ah... Bueno.
—No tengas miedo, que mamá no come gente... No siempre.
—¡Lilith!
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Pasaron unas semanas más, un martes, que Lilith no asistió porque tenía que ir a consulta en el hospital, Helen se encontraba en el Salón, se encontraba medio vacío pues era la hora del receso.
Alguien se acercó a él y tocó su hombro.
—Hola Helen.
—Eh, hola Tom.
—Esto... Helen, tengo que hablar contigo ¿me acompañarías a la azotea?
—Oh, claro. No hay problema.
Comienza la tragedia.
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Feelings || Bloody Painter ||
Fanfiction-No me comprendes, y jamás lo harás ¿sabes por qué? Tú eres normal, como todos los demás. -No... No es cierto, dime que no es verdad... Esto no puede ser ¿Tú...? -Desgraciadamente sí, si no vuelves ya es problema tuyo, así qu- -¿¡Cómo puedes ser así...