II

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Las cosas iban demasiado bien, casi tan bien que ni siquiera Kaeya se lo odia creer y eso lo hizo sentirse orgulloso de su habilidad para ser todo un líder

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Las cosas iban demasiado bien, casi tan bien que ni siquiera Kaeya se lo odia creer y eso lo hizo sentirse orgulloso de su habilidad para ser todo un líder. Todos parecían cumplir con sus actividades y cada tantoe comentaban a él y Diluc del progreso para que no se preocuparan.

-Naturalmente, todo va de acuerdo a mi plan.

-Tu no has hecho nada desde que se dieron los roles, Kaeya. -sorbió un poco de su jugo de uva ante el rostro de repulsión del contrario por la bebida.

-¡Claro que sí! Me he esforzado por cuidar de mi piel y mi cuerpo. -expresó haciendo énfasis en lo último pues desde hacía días comenzó a tener una dieta más estricta y hacer más ejercicio. -¿Cómo puedes beber esa cosa? Es asqueroso.

-Deberias tomarla, quizás así haga que tu cerebro reaccione.

-Oh, señor Diluc, ¿quiere que tome de la misma copa que usted? Ni siquiera me ha invitado a una cena, es usted muy directo. -se burló fingiendo la voz. El pelirrojo a venganza tiro un poco de la bebida en su ropa.

-Ups.

Estuvieron a nada de comenzar una pelea cuando la risa exagerada de Fishl hizo que todos los presentes voltearan a verla. En sus manos cargaba una caja para después dejarla en una de las mesas mientras esperaba que se acercaran.

-¿Terminaste en tan poco tiempo? -la chica asintió a la pregunta de Amber y de la caja sacó un bello vestido con detalles. Obviamente aquellos serían para las chicas, aunque el de Rosaria sería más acuerdo a su labor pues su rostro fue de desagrado al ver tanto color rosa

Al fondo de esos, estaba el del joven Bennett que era un traje de camarero bastante elegante. Según la propia Fischl, eran muy comunes de utilizar en su tierra natal.

Para Kaeya era algo más extravagante, muy adecuado para llamar la atención.

-Hice un corset para usted, creí que le gustaría. -le entregó su vestimenta y Kaeya de inmediato se emocionó.

-¡Finalmente alguien que tiene buen gusto! -expresó con alegría el peliazul.

-Señor Diluc, para usted no hice vestimenta porque estaba segura que diría que no quería uno. Así que tengo solo un complemento que puede usar y retirar a su gusto. -dicho eso, la rubia sacó del fondo de la caja lo que parecían ser orejas de conejo. Los trajes de las chicas también los llevaban, pero las de Diluc eran muy diferentes.

Las tomó bastante extrañado. Sin pensarlo mucho se las colocó y de inmediato Amber expresó que se veía muy bien con ellas.

Kaeya por otro lado no había prestado atención a lo que platicaban. Quedó maravillado con su traje y ese sombrero de copa alta que jamás había visto en su vida. Luego de imaginarse estar en todas esas prendas fue cuando finalmente miró a todos los presentes y para cuando su vista se posó en el pelirrojo quedó boquiabierto.

Diluc estaba algo algo avergonzado pues la reacción de todos fue una que no se esperaba. Sin embargo; ya estaba escuchando las burlas de Kaeya, pero éstas nunca llegaron.

-¿Por qué diablos me ves así?

-¿Aún está en pie lo de la cena? -la pregunta lo hizo fruncir el ceño bastante confundido. Miró a la joven Fischl después. -¿Que hiciste? ¿Por qué le quedan tan bien? ¿Es acaso magia extraña de tu ciudad natal?

-¿Eh? -expresó confundida.

-Será mejor que las guarde, señor Diluc. Kaeya está a punto de desmayarse.

El comentario de Rosaria hizo reír a Bannett bastante inocente ante la situación que presenciabam sus ojos. Al escuchar eso Kaeya se dió la vuelta y notó un sobrino en el pelirrojo en el momento que se quitó las orejas y las dejo en la caja de nuevo.

Por un momento, el corazón del capitán de caballería de aceleró a sobremanera sin entender el porque.

Todos regresaron a su trabajo llevándose sus trajes respectivamente listo para el día de la apertura oficial del café. Diluc en un momento dado desapareció de la vista de Kaeya después de guardar su vestuario lo cual le pareció algo raro pues le dijo que estaría presente en todo momento. Sin embargo, no se preocupó demasiado, su mente estaba un tanto distraía por la reacción que tuvo al verlo con esas orejas de conejo.

No tenían nada de especial, entonces, ¿que fue todo eso? ¿Los nervios estaban haciéndolo sentir cosas raras?

Seas como sea, aún faltaban días para obtener lo que quería y no podía esperar para ese momento.

the bunny cafe ➵ dilucxkaeya (genshin impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora