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Diluc no se presentó para los días posteriores, en su lugar estaba Charles quien escribía todas las actividades que se iban realizando día a día para después entregar el informe al pelirrojo hasta el viñedo

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Diluc no se presentó para los días posteriores, en su lugar estaba Charles quien escribía todas las actividades que se iban realizando día a día para después entregar el informe al pelirrojo hasta el viñedo. Se lo esperaban todos los presentes después de escuchar la conversación, todos h cada uno de ellos se pegó a la puerta trasera como señoras de vecindad para escucharlos.

Kaeya los encontró unos encima de otros pues al intentar escapar terminaron en el suelo mientras sus caras miraban a cualquier lado menos a él.

Finalmente todo estuvo listo; la decoración estaba puesta y parecía un lugar totalmente diferente al que tenía la taberna originalmente pues estaba lleno de nuevas mesas, sillas y también varios globos de colores diversos. Por fuera también cambió y se veía muchísimo más llamativo. Amber trajo los ingredientes más frescos que pudo encontrar de la naturaleza, Charles y Rosaria ya estaban detrás de mostrador dispuestos a iniciar con la preparación.

Bennett y Fischl harían de merecemos junto con Amber y ya portaban sus vestimentas.

Los únicos faltantes eran Kaeya y Diluc.

El primero fue al viñedo e intentó verlo, sin contar con que las chicas tenían la instrucción de no dejarle pasar. Utilizó sus habilidades de seducción, pero tampoco funcionó y eso lo hizo sentir un poco ofendido.

Sea como sea, también fue a la antigua mansión Ragnvindr para saber si estaba ahí. Nada.

Derrotado fue hasta la ciudad ya con su vestimenta puesta: el pantalón azul quedaba muy bien a sus piernas y también en la parte trasera. Haciéndole notar ese atributo del cual también estaba orgulloso. El corset levantaba su pecho y por ello abrió unos cuantos botones demás para dejar ver más piel, unos guantes blancos y un gran sombrero de copa alta dejando que su cabello cayera por su rostro y hombros.

No quería opacar a nadie... No es verdad, obviamente quería hacelo y los iba a opacar. Sabia que nadie lo iba a superar, es decir, era Kaeya Alberich. El hombre más deseado y guapo sobre la paz de Veyvat.

Una gran cantidad de gente estaba curiosa alrededor del lugar y Kaeya se emocionó bastante cuando los vio. Ya podía saborear la victoria.

Entró por la puerta trasera para evitar así que quedarán maravillados por su presencia y dentro encontró a los miembros igual de emocionados que él. Fischl estaba en una de las mesas escribiendo el cartel para dejarlo afuera una vez dieran paso al público y con su bonita caligrafía escribió en rosa: The Bunny Cafe.

-¿Está bien abrir sin la presencia del señor Diluc? -fue Bennett el que preguntó. Todos miraron a Kaeya esperando su respuesta.

Ni siquiera él estaba seguro de si iba a presentarse o no, así que después de pensarlo unos momentos decidió que era momento de abrir. Después de todo, se esforzaron mucho por hacer realidad su capricho.

-Abramos, les ayudaré si es necesario.

-¿Y quién va a traer los clientes? -una voz se escuchó detrás de él. Al darse la vuelta vio al pelirrojo vestido de manera elegante y, por supuesto, portando esas orejas de conejo para estar a la par con todos los demás. Estaba cruzado de brazos y con una media sonrisa dibujaba en su rostro.

the bunny cafe ➵ dilucxkaeya (genshin impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora