Punto de vista omnisciente
05 de Abril, 1990. Vancouver, Canadá.
La señorita Jennie Adams Lee terminaba sus vacaciones al lado de su novia Deb Never. Ella ya tenía una vida casi hecha a sus 19 años, estudiaba su segundo año de psicología y filosofía en la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver. Ella había nacido un 23 de abril de 1971 en el seno de una familia acomodada en Canadá.
-Este lunes empezamos las clases, ¿el tiempo avanza muy rápido no crees? -Dijo Deb.
-El tiempo siempre se mantiene, somos nosotros que avanzamos rápido.
-Mucha filosofía, mi estimada novia. No por favor, no me hables de eso que me marea entenderlo.
-Está bien, nos vemos en la fiesta. -Respondió Jennie.
-Te veo en la noche. -Le dio un beso su novia.
Jennie no sabe ni que es lo que hizo que ella y Deb fueran novias, eran tan opuestas, seguro era por el tiempo que estaban juntas, solo era costumbre y lealdad por su parte. Ella tenía muy en claro que el amor, no se limitaba en el género de las personas, ella solo sabía que el amor era libre.
-Madre, he llegado del viaje, quiero abrazarte. -Dijo Jennie entrando a la sala donde se encontraba su madre Taeyon Lee.
-¡Hija, ven! He preparado un pastel para ti. -Dijo Taeyon.
-Madre, ¿por qué siempre me conscientes demasiado?, ¿qué hice para merecer una madre como tú? -Besó Jennie la mejilla de su madre.
-Ser una excelente hija, no he tenido ninguna queja sobre ti, eres tan buena siempre, mi pequeña.
Lo que no sabía Jennie, es que Taeyon de joven era parte de la servidumbre de la familia de Taehyung Kim Branci, ella era la empleada que había ayudado a Jennie del pasado a huir con Lisa. Por eso amaba tanto a su hija, le recordaba a ella en lo absoluto, recordaba todo lo que Jennie del pasado sufrió. Sin embargo, para proteger a su hija de todos los recuerdos que le traía, no se los llegó a contar, aparte de que no estaba segura que si hubiera pasado una reencarnación, ya que eso sería una gran locura.
Por otro lado, una joven Lisa llegaba en barco hasta Vancouver donde realizó su traslado gracias a una beca gratuita que ganó en un sorteo. Tal vez era la ocasión perfecta para despejar su mente de todo. se instalaría en un lugar cerca a su dichosa Universidad. Cuando Lisa salía a recorrer las calles de la ciudad de Vancouver a una distancia pudo observar a una joven.
-¿Quién es ella? ¡Oh, Dios! Será que es ella, tiene ese caminar, esa postura, esa mirada, cada movimiento le pertenecía a mi Jennie, tiene que ser ella. -Dijo Lisa en voz baja y empezó a acelerar sus pasos. Cuando la vio alejarse más, corrió tras ella, hasta abrazarla por la espalda y caer junto a ella, la abrazó tan fuerte. -No te vayas nunca, por favor. -Se le escapaban lágrimas a Lisa.
-¡Hey, déjame! No puedes ir por la calle y hacer esto a cualquiera ¡Eres demente acaso! -Dijo una Jennie enojada. -¡Y suéltame! No dejas me dejas respirar bien, estás mal de la cabeza, ¿te golpeaste o algo? -Preguntó Jennie.
-Perdona, es que no pude contenerme, te veo después de mucho. Solo quise abrazarte, fue lo primero que quise hacer. -Respondió entre lágrimas Lisa.
-Eh, yo nunca te he visto, de hecho es la primera vez que lo hago y no llores por favor, solo que no puedes hacer esto de la nada, no te conozco, tal vez me hayas confundido con alguien, que es lo más probable. -Respondió Jennie.
-No... no me confundí, tú eres a la que busco siempre, por favor no te vayas... ¡No te vayas nunca! -Abrazó a Jennie inmediatamente.
-¡Hey! Deja a mi novia, pedazo de loca, ¡suéltala! -Deb separó a Lisa de Jennie y abrazo a su novia. -¿Qué te hizo esta demente? -Preguntó.
-Creo que solo se confundió de persona... -Respondió Jennie.
-Vámonos de aquí, súbete al carro y vámonos Jennie. -Dijo Deb y Jennie se subió un tanto desconcertada por lo que pasó, sobre todo por ver lágrimas en los ojos de aquella joven.
Lisa al ver que su amada Jennie se iba, cayó de rodillas, se sentía ante la presencia de Jennie, volverla a ver había sido mucho y sobre todo al verla con alguien, al ver a su amada siendo novia de alguien más.
-Amor, amor... no te vayas... -Empezó a derramar lágrimas Lisa. -Debería ser yo quien sostenga tu mano justo ahora, debería ser yo a quién ames, si tan solo pudiera retroceder el tiempo, entonces no te dejaría ir... cuando pase el tiempo, te sonreiré y me dirás que lo sientes, hasta que ese momento llegué aún no podré borrar toda mi tristeza. -Lloró como una niña al decir todo eso, tenía un dolor profundo en el corazón.
Algunos ancianos que pasaban por el lugar, se acercaron a Lisa para ayudarla.
-Muchacha, levántate, deberías ir a casa y tomarte un café amargo, aliviará un poco. -Dijeron mientras la ayudaban a levantarse.
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Autora:
¿Cómo descubrieron el fic?
¿De qué país lo leen?
Les quiero comentar algo personal. Todo lo que hayan leído en este fic, sobre lo romántico y las cartas, para crearlas solo imaginé varios escenarios que me gustarían haber vivido o vivir en algún momento y las palabras que me gustaría decir, de hecho tengo muchas, algunas las utilicé y otras las guardé.
Bueno, aparte quisiera mencionarles sobre la reflexión que les da el fanfic, quisiera sus opiniones.
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LA REENCARNACIÓN DEL AMOR
Teen FictionEn el Trujillo de 1980, donde las flores ocultan secretos y los muros murmuran historias, surgirá un amor que desafiará al tiempo y la muerte. Rubí Bianchi, la hija perfecta de una familia aristocrática, vive atrapada entre el deber y sus propios su...