En el Trujillo de 1980, donde las flores ocultan secretos y los muros murmuran historias, surgirá un amor que desafiará al tiempo y la muerte. Rubí Bianchi, la hija perfecta de una familia aristocrática, vive atrapada entre el deber y sus propios su...
Habían pasado tres meses desde que me recuperé del choque que dio Deb, había tanto que contar con respecto a los últimos meses, Jennie de embarazada siempre me pedía antojos.
Flashback
-Lisa, ¿tráeme helados de plátanos? -Dijo Jennie haciendo pucheros.
-Amor, pero es un poco tarde, ¿no te parece? -Dije en voz baja.
-Lisa, tienes que traer helado es para el bebé. -Respondió tacándose la pancita.
-Está bien, está bien, Todo por mis amores, ¿no te molestes con mami sí? -Dije acariciando y besando la pancita de Jennie.
Termino del flashback
Así pasé los últimos meses, atendiendo y cuidando a Jennie. Hasta que llegó el día donde mi bebé ya quería conocernos, no esperó que cumpliera sus nueve meses, ya que octavo mes decidió venir al mundo, justo en eso estamos.
-Lisa, alcánzame el bolsón del bebé, necesitamos ir con urgencia al hospital. -Dijo Jennie subiéndose al auto con contracciones.
-Voy mi amada, voy. -Respondía apurándome en manejar.
-Llama a mi madre, a Jisoo y a Rosé, avisa a nuestra familia. -Dijo Jennie.
-Lo haré, amor. No te preocupes por eso... -Respondí dándole calma.
-Lisa, esto duele demasiado, solo quiero a mi bebé en mis brazos. -Dijo Jennie empezando a mostrar gestos de dolor.
-Lo tendremos, amor. -Respondí dándole un beso en su mano.
Una vez que llegamos al hospital, inmediatamente llevaron a Jennie en silla de ruedas. Cuando estuvimos en la sala de parto, empezaron
-Señora, puja, puja... -Decía la doctora.
-Lisa, no sueltes mi mano, por favor. -Dijo Jennie en dolores.
-Estaré aquí todo el tiempo que necesites, amor mío. -Respondí sin dejar de sostener su mano.
-Señora, ya vemos al bebé. un poco más y ya...-Dijo la doctora.
-¡AHHH! ¡AHHH! ¡Duele demasiado, Lisa! -Dijo Jennie y se escuchó un llanto en la sala.
-Es una niña ¡Es una niña! Tenla en tus brazos. -Dijo la doctora.
-Mi hija, mi pequeña, mi bebé, al fin nos vemos. Mamá te anhelo tanto desde que supo que estabas en su vientre, te amo, hija mía. -Dijo Jennie cuando tuvo a nuestra bebé en sus brazos.
-¿Cómo la llamarán?
-Lily, nuestra pequeña Lily...-Dijimos Jennie y yo mirándonos.
-Bonito nombre señoras. -Dijo la doctora.
-Queremos ver a nuestra sobrina. -Se escuchó desde la sala exterior, supimos que Jisoo y Rosé habían venido.
Hasta que pasaron algunos días y llegó el 24 de diciembre de 1990 a media noche, donde las calles de Vancouver estaban de fiesta y la soledad no tenía cabida en ningún lugar.
-En este cálido invierno nuestra hija felizmente está en nuestros brazos. Te doy la bienvenida a este mundo, tu llegada a nuestras vidas fue lo más maravilloso, mágico y especial que hayamos podido experimentar. -Dije mirando la sonrisita de mi bebé. -Aunque no exista santa, mamá siempre traerá un cálido regalo para ti; cantaré para ti, porque tú me haces ser una mejor madre. -Dije cargando a mi pequeña Lily y dándole besitos en tu rostro.
-Tu mami traerá mil flores para acompañar este momento, jugaremos con la nieve cada invierno, tomarás una taza de chocolate caliente cada estación fría, mamá cuidará y acompañará tus noches. -Dijo Jennie acercándose.
-¿Te gusta esta estación de invierno? -Pregunté.
-Toda estación contigo y mi princesa, siempre serán los momentos más perfectos que tenga en la vida. -Respondió dulcemente.
-La navidad sin ti, no sería la navidad. -Dije acariciando su rostro y dándole un ósculo en sus labios, debajo del muérdago navideño.
Así fue como finalmente tuve mi primera navidad al lado de mi familia, una noche mágica, compartida con los seres que más amo.
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"Los momentos que pasé contigo, siempre los llevaré en mi memoria, prometo que nunca los borraré, la calidez de tu corazón siempre morará conmigo y sabes que por siempre te amaré"
