🌙Capítulo 14:"El hilo rojo del destino"

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🌙Capítulo 14🌙

-De acuerdo, ¿qué fue lo que comiste, bebiste, que te cayó tan mal?-preguntó Hayley, sosteniendo mi cabello. Las rodillas me ardían; había estado postrada junto al excusado durante quince minutos. Tenía un sabor amargo en la boca y los músculos de la garganta estaban al rojo vivo.

-No tengo idea.-jadee, apoyando mis manos contra el suelo.-Hace días que estoy así y no sé porque.-

-¿Acaso no estarás embarazada?-me dio un codazo amistoso en la espalda y pude jurar que me estaba guiñando un ojo.-Ya sabes...tú y Klaus...noche...pasión...-

-No.-la corté, tratando de controlar la poca paciencia que tenía.-Se supone que soy un vampiro y los vampiros no puede tener hijos.-me pasé el dorso de mi mano derecha por la boca y me forcé a tragar la saliva.

-Bueno, no eres un vampiro completo.-insistió.-Eres un 50 y 50.-

-No.-reiteré, poniéndome de pie con su ayuda.

Me acerqué al fregadero y abrí la llave del agua. Llené mis manos y con el líquido cristalino me lavé la cara. La frialdad del agua contrarrestaba la temperatura que residía en mis mejillas.

-Esta mañana noté que comiste más de lo normal en el desayuno.-comentó Hayley, mirando distraídamente sus uñas.-Nunca pasas de dos tostadas y una taza de café.-

-No estoy embarazada.-cerré de golpe la llave del agua y la contemple por el reflejo del espejo.-Ya no insistas más con el asunto.-me pasé la toalla por la cara y suspiré contra la tela.

-Cómo quieras.-dijo.-En nueve meses no te quiero escuchar que me mandes a comprar pañales.-

Gruñí aplastando la toalla contra mi rostro.

-¿No tienes que ir a cuidar a Tyler?-pregunté, irritada.

Hayley soltó una risita y sus pasos se alejaron del baño.

Me acerqué a la puerta y la cerré del todo cuando apoyé mi espalda contra ella. Me deslicé hasta que mis manos tocaron el suelo. Subí las rodillas hasta el pecho y descansé mi frente sobre las mismas.

Cerré los ojos y traté de apaciguar mi respiración; todo el tema de lo que pasó con Klaus esa noche, me ponía un tanto incómoda y nerviosa. ¿Podría ser cierto que un híbrido fuese capaz de procrear y tener descendencia? ¿Sería posible que yo esté...? Mejor ni pensarlo. Y si fuese verdad, ¿cómo se lo diría a Klaus? Porque, claro está, que no podría mentirle para siempre.

Solté un suspiro. Estaba demasiado abrumada, necesitaba un tiempo para poder pensar con claridad y poner en orden mis asuntos.


No había quedado demasiado satisfecha con las predicciones que había cantado Ayanna con respecto a mi futuro de casada, es por eso que decidí hacerle una segunda visita.

Con el simple hecho de estar parada en el umbral, teniendo una discusión conmigo misma sobre llamar o no llamar, no era nada placentero.

Cerré los ojos y respiré profundamente. Levanté mi puño, pero antes de que pudiera hacer contacto con la puerta, escuché un constante piar. Miré en todas direcciones hasta que localicé el origen del sonido; sobre un enorme Arce, había un nido de estorninos. Sobre el entramado de ramitas secas y hojas, se alzaban pequeños piquitos, seguramente pichones recién nacidos. Me alejé de la puerta para darles un vistazo más cercano. Los pichoncitos eran de un color marrón suave, con picos amarillos. Eran realmente bonitos, solo que el piar los volvía un tanto insoportables.

Total Eclipse of a Heart 🌙 (LIBRO 2 - TO) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora