Capítulo 4 || 1/2

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Yeonjun se había tomado su tiempo para mirar con atención la habitación del menor. No tenía nada en especial y en realidad, era tan aburrida como su dueño.

—Este lugar se adapta totalmente a tu personalidad —Comentó, escaneando una repisa en aquella pequeña sala de estar. —Todo está como, muy organizado.

Beomgyu se quedó en silencio todo el rato, no quería hablar más de lo necesario con el pelinegro, quien seguía embobado mirando cada detalle por tan irrelevante que fuera.

—Haz lo que tengas que hacer. Te quedan ocho minutos —Recordó el castaño, cediéndole su laptop a muy duras penas.

—Creo que olvidé mi contraseña —Dijo Yeonjun mientras comenzaba a teclear algo.

El menor se sentó en el reposabrazos del sofá, ya que sólo una persona cabía en él. Observaba cada cosa que el pelinegro hacía en su computadora, no le gustaba ni un poco y mucho menos confiaba en él.

—No voy a robar nada. No soy un hacker o algo por el estilo —Comentó el mayor, notando la mirada fija sobre él.

Beomgyu básicamente lo ignoró, se quedó ahí de igual forma, mirando con más atención incluso.

—¿Por qué no te das un baño primero? Hasta acá huele a alcohol —Sugirió Yeonjun, refiriéndose al trago que le habían echado encima hace unos momentos.

El castaño comenzó a oler su ropa para confirmar que, en efecto, apestaba a alcohol y eso no le agradaba un poco. Se levantó aún sospechoso de Yeonjun, mirándolo fijamente mientras caminaba, ganándose una risa por parte del otro.

—Dije que no haría nada raro, puedes relajarte.

Beomgyu se retiró, aún cauteloso del mayor y ni un poco relajado. Una vez entró en el cuarto de baño, se miró en el espejo. No llevaba su gorra, lo cual dejaba a la vista su cabello castaño medianamente largo con luces. Se veía bien pero para él no era así. Por eso la gorra.

Comenzó a recordar los sucesos de esa noche, especialmente después de que Yeonjun lo hubiera salvado de ser golpeado. Se veía realmente genial, pero tu no escuchaste eso de él. Beomgyu sonrió para si mismo, cambiando su expresión a una seria tan pronto notó su sonrisa involuntaria.

¿Por qué sonrío de esta manera al pensar en él? Que raro...

Hey Beomgyu, ¿sabes cómo hackear? —Bromeó el mayor desde el otro lado de la puerta.

—No debí de haberlo dejado entrar...—

Yeonjun ya había mandado mensaje a sus amigos para cuando Beomgyu terminó de lavarse, sin embargo, ninguno le había respondido

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Yeonjun ya había mandado mensaje a sus amigos para cuando Beomgyu terminó de lavarse, sin embargo, ninguno le había respondido. Probablemente estaban borrachos o simplemente tenían su celular en modo silencio.

—¿Terminaste? —Preguntó el castaño, llamando la atención del otro, haciendo que levante la vista.

—Les envíe un mensaje, pero...

𝗦𝗲𝗺𝗮𝗻𝘁𝗶𝗰 𝗘𝗿𝗿𝗼𝗿 | ʏᴇᴏɴɢʏᴜ 🖇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora