| "no más héroes, ni heroínas"

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Lo que más detestaba Harry, aparte de Nick y los simios que tenia como amigos, era a Megan Collins. La rubia despampanante con cara de muñeca y pechos grandes,  capitana del equipo de porrista, hija del decano de la universidad, seguidora fiel de Nick Ranger. Harry no la odiaba por nada, claro que no, el odio era mutuo .

Todo comenzó cuando Nick rechazó a la preciosa rubia por Harry, eso hizó que la chica comenzará a odiarlo con todas sus fuerzas haciendo de su vida imposible. Harry no entendía el porqué, sumando que jamás le dió una idea incorrecta a Nick pero la rubia ya le había tomado odio. Y obviamente, él no se iba a quedar atrás, cuando la rubia lo insultaba; él le devolvía de una forma que ella más  odiaba, ignorandola.

Rodó los ojos cuando Megan cruzó mirada con él, ella lo miró de arriba hacía abajo haciendo una mueca de asco y Harry solo pudo reír por lo bajo. Lo que a él menos le importaba era la opinión de Megan y las víboras que tenía como respaldo: las porristas.

Megan estudiaba la misma carrera que él, eso quiere decir que compartían la mayoría de las clases, y por eso, Harry, no se hablaba con nadie. Porque todo el puto mundo le lamia las patas a Megan Collins.

La siguió con la mirada hasta que ella se detuvo al frente de nada más ni nada menos que: Louis Tomlinson. Harry se apoyó en la pared más cercana con los brazos cruzados sobre su pecho y se encargó de observar.

Hizó una mueca ante la ridícula acción que Megan siempre hacia;mascar un chicle, hacer un globo y jugar con su cabello mientras pestañeaba por segundo. El ojiazul pareciera que le explicaba algo y ella asentía con una sonrisa tonta. Rodó los ojos cuando ella se atrevió a pasar una de sus largas uñas por el antebrazo de Louis y casi pudo largar una carcajada cuando Louis se alejó del tacto. Ella algo desconcertada, se despidió sonriente a lo que el ojiazul solo hizó una pequeña reverencia.

Estuvo apunto de entrar al salón cuando chocó mirada con Harry, el rizado alzó sus cejas y Louis solo le guiñó un ojo para luego entrar. Harry miró por unos segundos aquella puerta por donde había desaparecido el ojiazul para después reincorporar su postura y seguir el camino que anteriormente estaba haciendo hacia el comedor.

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—¿Que tal tu cita? —le preguntó Harry a Liam, él cual estaba entretenido con su sándwich.

Se encogió de hombros mientras limpiaba sus labios con una servilleta —No lo sé.... digo ella es genial pero —hizó una pausa pensando bien sus palabras— se la ve que no está interesada.

—¿Por que lo dices? —preguntó esta vez Niall mientras masticaba.

—Tengo el leve presentimiento que se habla conmigo para llegar a Niall —soltó el ojimiel provocando que Niall se ahogue con el sándwich.

Harry llevó su mano hacia la espalda del rubio y empezó a golpear, Niall tosía fuerte tratando de recuperar el aire hasta que Harry pegó con fuerza y un pedazo de pan le pegó justo en el ojo a Liam.

—¡Que asco! —chilló Liam.

—Mierda ¿Estas bien? —Harry frotaba la espalda del rubio.

—Casi me voy con Dios, Harry —se tocó el pecho.

Liam rodó los ojos haciendo una mueca de asco, podía matar  a Niall pero no podía estar al borde de la muerte dos veces, era su amigo y Liam no era malo.

—¿Por que piensas eso? —Harry preguntó ignorando el hecho anterior.

—Pregunta sobre qué le gusta y lo que no —se encogió de hombros—, eso me dice muchas cosas.

I found you-lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora