Capítulo 1.4

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Por la mañana, el monasterio estaba en pánico. No eran sólo uno o dos sacerdotes,  sino que todos ellos, y uno por uno, dijeron haber sentido una energía especial durante la noche. Eugene se mordió el labio, sabiendo de lo qué se trataba. No era nada más que las consecuencias de su desesperación al intentar escapar cuando su vaso hubo derramado la última gota. Al parecer, no pudo evitar ser atrapado.

Los rumores no mejoraron la situación, pero se organizó un equipo de búsqueda compuesto únicamente por sacerdotes de alto rango. La excusa también era buena: purificación matutina. Durante el desayuno, sacerdotes preparados se reunieron en grupos de dos y tres para registrar secretamente dentro del lugar. Eugene los siguió. Sus manos estaban frías. El interior de su boca explotó con ansiedad y sabía a sangre debido a la fuerza con la que se mordía. Su corazón ansioso se aceleró como si fuera a explotar al llegar frente a la biblioteca prohibida.

"Lo encontré. Aquí es".

Un sacerdote que había estado buscando antes gritó en voz alta. Al escuchar la noticia de que se había encontrado la causa, los monjes dispersos se reunieron frente a la puerta en mal estado. Todo el mundo parecía estar mirándolo, por lo que Eugene retrocedió un poco. Al darse cuenta de que la puerta en mal estado estaba cerrada, la multitud murmuró. Eran rostros inseguros.

"¿No es este un almacén ordinario?"

"No. Algo debe haber pasado aquí"

“¿Dónde está la persona a cargo de este almacén? Tenemos que abrir la puerta ahora mismo".

“Cálmate por ahora. Voy a buscarlo"

Una voz que llamaba la atención. El sacerdote de rostro benévolo dejó atrás a los demás y dio un paso adelante. Se escucharon rumores de los que sabían quién era. Miro, un sacerdote real. Cabello negro y ojos azules en forma de media luna, que parecían sonreír, pero reafirmando el rumor de que era de sangre fría, no había ni un poco de calidez en esa mirada. Mientras la gente se alejaba, el sacerdote infundió poder divino en la puerta. El poder divino azul brilló claramente desde la mano que tocó el pomo de la puerta.

“Siento una fuerte resistencia. Necesito abrirla".

Varios sacerdotes asintieron ante la mirada del Sacerdote Real. El sonido de los cuchillos siendo desenfundados se podía escuchar en todas partes. Sacerdotes desarmados, como Eugene, quedaron atrás y los sacerdotes en postura de combate rodearon la puerta. Estaban a punto de romperla. El abad, que corrió al escuchar la noticia en un ambiente atroz, agitó los brazos para detener a los sacerdotes. 

“Esto es solo una biblioteca que funciona como un almacén”.

"Pero aquí puedo sentir el espíritu de la blasfemia".

"Es decir…Miro-sama, venga conmigo un momento...”

El abad guió cortésmente al Sacerdote Real lejos de la multitud.
"Esa es la biblioteca prohibida".

"¿Por qué está la biblioteca prohibida en el monasterio?".

“Esa fue la petición de la familia real…”

"Quizás…”

"Sí. Se encontró en la familia real anterior, pero era difícil mantenerlo dentro de la familia real actual, por lo que los archivos se mantuvieron en el monasterio bajo la responsabilidad de los Catlicks”.

"Ya veo. Entonces es comprensible que haya un aura de blasfemia”.

Eugene miró la atmósfera y abrazó su propio cuerpo. Vio al abad sudando y explicándole la situación a Miro. No podía entender todo por las palabras intermitentes, pero podía ver claramente que la existencia de ese almacén era originalmente un espacio inaceptable.

Not InnocentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora