˖࣪ 𖥨𝘔𝘪𝘯 𝘧𝘢𝘳? ﻬ˚ ͙𓆤

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Cada noche que pasaba el demonio y el joven de lentes se sentaban frente a dos flores, aire comenzaba a correr por los árboles levantando leve su poncho, sus cabellos se movían y sus mieles ojos de abrían tratando de entender la extraña magia que pasaba, ¿Por qué no lograba ver con quién hablaba? Algunas veces el joven de lentes soltaba lágrimas con una suave sonrisa, han pasado tres días desde que logró encontrar al demonio, han pasado tres días pasando el tiempo como un idiota con ambos, no entendía por qué no acaba con ellos

Las flores se movían de un lado a otro con suavidad, bellezas brillantes tan bien cuidadas lograban ser más hermosas que un mismísimo diamante, el demonio solía pasear por ellas cuidando cada una de las mismas con gracia, era una... ¿Bella escena? Fargan no entendía pero deseaba entender como seguía aquí, como aún no a matado a ese demonio que provoca un odio que creía irremediable, tal vez las noches lograban tranquilizarlo, tal vez las flores soltaban un bello aroma que frenaba al animal más salvaje, días tuvieron que pasar para entender lo tranquilo que podría llegar a ser ese lugar

No podía perdonar todo lo que provocó, su vida se fue a la mierda después de la muerte de su padre, su madre lloraba cada día diciendo que ya nada sería igual, madurar a tan joven edad, su corazón solamente albergaba odio a cualquiera que no fuese su querida madre, tal vez ella fue quien provocó todo eso, ella provocó el miedo a todos los niños cuando contaba esa historia para dormir que solamente asustaba, sus ojos temían el anochecer ya nadie iba a protegerlos pero, ahora que es un adulto no sabe exactamente de que debe protegerse cuando ese demonio trataba de cambiar

Su bella ala negra arrastraba por el camino, la otra sin plumas y herida dejando solamente un pequeño camino de rotas plumas que mostraban dónde antes había una enorme que servía para que volará por los bellos cielos, estaba aquí atrapado para siempre y aún así ese demonio mato a tanta gente, entonces lo vio aquellos rojizos ojos miraban con atención al moreno búho, Fargan no sabía que pensar al verlo ni siquiera sabía que hacer cuando se acercaba con lentitud a el

- ¿Quieres intentarlo? -. Su voz era tan baja, tan tranquila, podrías dormir fácilmente en las peores noches con solo escuchar una simple palabra

- No entiendo que quieres decir -. Contesto el búho, ¿Cómo debía hablar?, ¿Debía seguir con esa pisca de odio que creía que crecía? Tal vez debía relajarse

El demonio apunto a sus bellas flores, con lentitud camino a ellas esperando que el joven castaño le siguiera - Son hermosas, ¿No? -. Murmuró - Estás flores albergan gente que no desea irse, gente con deseos de seguir tan desesperadamente en este mundo -. Una suave sonrisa apareció al ver una flor a lo lejos

Fargan las miraba con sus mieles ojos brillando, no negaría lo hermosas que lograban ser, siguió al cuervo en silencio hasta parar frente a una, era simplemente hermosa, el pálido se agachó hasta quedar frente a ella la beso, un suave beso que si quiera resonó entonces volvió a ver al búho invitando le a acercarse - Tienen hasta el amanecer -. Fue lo último que dijo antes de irse

Fargan la miraba esperando, estaba inseguro de lo que significaba no entendía, su vista viajo a Juanito quien el miraba feliz, asentía varias veces invitando a lo lejos a mirar la bella flor que comenzaba a brillar era hermoso y no entendía hasta que sus ojos de cerraron solamente fue un parpadeo cuando aquel hombre apareció frente a el, con una suave sonrisa haciendo que sus piernas comenzarán a sentirse débiles y temblar, era irreal simplemente no podía suceder, su cuerpo comenzaba a temblar y sus mieles ojos se cristalizaban con la escena, ¿Era una mala broma?

- Fargan... -. Habló, Fargan cayó al suelo sin fuerza alguna dejando las lágrimas salir de sus ojos pero ninguna palabra podía salir de sus labios - No llores por favor, me alegra tanto verte -. La figura volvía a sonreír agachándose a su altura, frente a el era reconfortante -. No sé que hagas aquí pero debes irte hijo mío, la bestia no es de fiar -.

Sus manos, frías y suaves tocaron sus mojadas mejillas, era el estaba aquí, ¡El estaba aquí! - ¡Yo.. -. Trato de gritar, la mirada de el seguía ahí frente a el - Te extraño demasiado, no e logrado -. Su voz comenzaba a cortarse debido a su llanto - Mi madre tampoco lo a logrado, ninguno podemos olvidarte, te necesitamos tanto -. Fargan se columpió hasta el, lo abrazo y no desapareció, estaba ahí de verdad el estaba ahí

- Fargan no, es difícil pero ninguno me necesita ya -. Dijo su padre acariciando sus largos cabellos - Te has vuelto tan fuerte ahora, perdóname por lo que hice si no hubiera sido tan... -. Un suspiro abandonó los labios del fantasma, eso era solamente un fantasma - Perdóname y aunque deseé seguir hablando contigo debes irte, no estás seguro aquí -.

Fargan comenzó a negar apretando más el abrazo con desesperación, se aferraban con fuerza en sus brazos - ¡No!, ¡No quiero dejarte! -. Comenzaba a gritar, estaba siendo vulnerable frente a un demonio y un completo desconocido

- No quiero que termines como yo -. El hombre se separó con el mayor cuidado posible, se acercó dejando un suave beso en su frente - Dile a tu madre que la amo -. Fue lo último que dijo antes de desaparecer, ¡No, no, no! El maldito demonio dijo que tenía hasta el amanecer

Con enojo volteo a ver a ambos sin embargo ninguno lo miraba a el, ni siquiera un minuto lo habían visto o si quiera escuchado, se levantó del suelo sacudiendo su ropa y caminando a Juan, sus ojos aún soltaban lágrimas sin pensarlo, se sentía mal de volver a dejarlo. Juan lo miro sonriéndole amistosamente - Estoy hablando con mis padres -. Dijo con risitas, no recibo respuestas por parte del búho haciendo que cambie su mueca - Es normal llorar, yo lo hice la primera vez y de echo aún lo hago -. El joven puso su mano sobre el hombro del búho quien lo miro

- El dijo que saliera de aquí, que me alejara del demonio -. Su voz comenzaba a ser ronca - Siempre tiene el la culpa, debe morir -. Volvió a levantarse caminando al pequeño campamento de ambos

Juan dió un leve quejido cuado se alejo, rodó sus ojos volviendo a vista a sus padres - Está ciego si lo mata le sucederá lo mismo que a Focus, terminaría como el -. Su vista bajo

Fargan miraba nuevamente el cuervo estaba sobre el techo de esa vieja cabaña, miraba con atención dando solo un oscuro reflejo suyo desde su punto de vista, aquel campo tan bien cuidado, ¿Enserio lo había hecho el?, ¿Para que? Algo era seguro, después de la pequeña charla, después de que le dejara hablar con su padre ya no podía odiarlo con la misma fuerza, le dejo verlo nuevamente, le dejo abrazarlo con fuerza, le dejo despedirse de él

El sol comenzaba a salir, Juanito se despedía de su familia y el demonio caminaba a la cabaña con rapidez entrando a ella, encerrado para descansar o más bien para quedar casi inmóvil como un simple muñeco, Juanito se acercó tomándolo por el hombro unos segundos y seguir su camino, deseaba descansar. Fargan abrió sus alas respirando una última vez por hoy todo había terminado, era hora de descansar

𝘙𝘪𝘴𝘦𝘴 𝘵𝘩𝘦 𝙢𝙤𝙤𝙣 [Farcus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora