Su noche no fue la mejor, constantemente su cuerpo se contraía al escuchar fuertes sonidos, dormía con un ojo abierto y una daga cerca listo para apuñalar a cualquiera que se atreva a atacar. Dentro de su campaña echa con rapidez, la oscuridad de la noche alejándolo de la realidad, muy a lo lejos aquellos ojos rojos se pintaban a su alrededor, su cuerpo se estremeció al sentir esa mirada y su daga rajo su casa, el aire entraba y se expulsaba con rapidez después del miedo entonces vio como los azules comenzaban apoderarse del oscuro cielo. Era hora de partir
Si el antiguo demonio decía la verdad solamente debía seguir al frente hasta encontrar un sendero de wisterias, no debería ser tan difícil el sabía que no estaba lejos de su objetivo. Sus botas crujían al pisar ramas tiradas en el suelo, las hojas secas que caían de los árboles, el invierno cada día empeorando con su baja temperatura. No estaba seguro que haría al volver, ¿Sería premiado si trajera su cabeza?, ¿Su otra ala? Podría usar alguna garra como solían hacerlo los antiguos cazadores, ¿Tenía algún pensamiento al acabar con sus víctimas? No estaba seguro
Su mente usualmente le dice que cosas serían mejor, el odio le cegaba tantas veces que destruida a aquellos que lastimaron su vida, aún si fuesen humanos aquella vez que trataron de aprovecharse de su madre y decapitó con su propia espada a aquellos hombres, a veces podía odiar también a los de su propia especie sin embargo después de aquello fueron dejados en paz. Aún si pasara solo un día comenzaba a extrañar su hogar, su pueblo llamado tortillaland un extraño nombre tal vez su fundador estaba hambriento, extrañaba sus amigos entre ellos Luzu un chamán extraño que advertía de las bestias desde niño, Lolito igual a pesar de ser de otra región a veces lograban verse, también era un cazador nato
- Cuando sea mayor, ¡acabaré con tantos demonios con mis propias manos! -. El pequeño pelirrojo hablaba con orgullo
- Pocos son aquellos merecedores de ser llamados cazador -. Murmuraba Luzu ganando un golpe en la cabeza por parte del pelirrojo
- ¿Puedo yo ser un cazador -. Ambos infantes miraron al híbrido sorprendidos
Antes se creía que los híbridos eran mensajeros de los demonios, bendecidos con aberrantes dones salvajes, claro Fargan jamás fue tratado así cuando su padre era quien cazaba pero para unos niños era increíble escuchar algo como eso
- Entonces, ¡deberás competir contra mi! -. El pelirrojo se levantó con una enorme sonrisa, era gracioso ver sus afilados dientes al sonreír, los tres amigos tenían dones únicos
Fargan sonrió al recordarlos Lolito, era increíble un niño lleno de energía y pasión, algún día ambos podrán enfrentarse, Lolito siempre fue fuerte desde niños y sobre todo algo que nadie sabía es que Fargan solía ponerse nervioso al verlo era tan parecido a una chica desde niño que sus mejillas se pintaban cada que se acercaba demasiado. ¿Enserio estaba recordando cosas estúpidas ahora? No era momento para eso
Su camino se detuvo al atardecer, un bello sendero de árboles de flores lavandas que colgaban de la forma más hermosa posible, estaba enamorado de un paisaje que al anochecer parecían brillar con intensidad. Su mano se acercó con lentitud a aquella preciosa flor deseando tocar su belleza y suavidad, sus dedos recorriendo con cuidado y delicadeza aquella hermosa flora, impresionado. Con impresión y seriedad, un extraño brillo en sus ojos al ver cómo la luz que desprendían siguió el camino olvidando su misión. Sus piernas se movían sin pensarlo hasta llegar a lo desconocido
Lejos un campo lleno de Higanbans, tantas que impresionaba, una cabaña adornaba y un mounstro encima de ella se encontraba, grandes alas una herida con pocas plumas, prácticamente inútil ahora mismo y la otra seguía viéndose hermosa e impresionante. Su cuerpo tembló ante la figura del demonio, siendo invadido por una furia nueva y odio, por fin encontró a la bestia, unos pasos bastaron para que la figura lo mirará; unas pupilas rojizas y brillantes como la sangre que derramó en sus días, al instante las alas del demonio se abrieron buscando intimidar al cazador
- ¡Tu! -. Fargan grito cuando salió de su trance - ¡Has lastimado a mucha gente! Alguien debe castigarte -. En su voz se escuchaba el odio y rencor, el demonio jadeo de impresión, recuerdos de cierto cazador
El demonio bajo del techo de la cabaña, ignorando al chico que venía a matarlo comenzó a mirar las flores con suavidad, el cazador no reaccionaba, se sentía indignado, con rapidez saco su daga lanzando la misma contra el mounstro quien con solo un paso atrás escapó de un corte, sus rojizos ojos nuevamente miraron a Fargan, algo tenían en ellos que no lograba dejar de verlos sin embargo con un fuerte grito la bestia se transformó
Cuando su cuerpo de deformaba con dolor, doblándose de la forma más horrible del mundo y gritos que obligaban a cubrirse por fin la bestia ahora era un gigante cuervo que podría aplastarlo, sus alas se abrieron rendirse jamás fue una opción sin embargo al acercarse a el solo pudo sentir su dolor, su espada tomándose con fuerza voló directo a la bestia atravesando parte de su cuerpo con ella, un fuerte grito que sentía reventar sus tímpanos, era horrible y desgarrador unas garras enormes golpearon su pequeño cuerpo cayendo en picada ante la inconsciencia. Su espada rasgando en sus últimos momentos y sus alas esforzándose por volar
La bestia volvió a su antigüo cuerpo, la sangre salía de sus heridas y sus garras crecían tratando desesperado por volar hacia el híbrido de búho, con rapidez sus garras eran frenadas por la espada Fargan, comenzaba a cansarse cuando la velocidad aumentada, sus amarillas pupilas se centraron en el ala que se esforzaba por volar y sin pensarlo su espada atravesó aquella ala, la bestia grito pateando a su oponente con fuerza haciéndolo caer antes de que el mismo cayera igual
La bestia había perdido demasiada sangre, aún podría vivir pero cada vez se volvía más débil, su mirada se hacía borrosa y dolía, con fuerza tomo su abdomen deseando frenar la sangre que salía. El cazador le miraba impresionado tratando desesperado de tomar el aire suficiente cuando impacto en el suelo. Un demonio de ojos rojos, por fin lo encontró y ahora terminaría igual que su padre por si venganza y ambición, al menos logro causar fuertes heridas tal vez lograría llevarselo con el al otro lado. Fargan abrió sus ojos al recordar los juguetitos que llevaba consigo, bolitas negras ase se miraban tan inofensivas fueron lanzadas al demonio que al impactar con su pálida piel
La sonrisa del cazador jamás podrá desvanecerse al verlo caer junto a sus flores, desangrándose el demonio chillaba con fuerza debido al fuego y explosión, debía matarlo se encontraba tan cerca de cumplir su misión
- Debo acabar contigo -. Gruñó el búho con furia - Debo hacerte pagar por todo el daño que le has echó -. Gruñía con fuerza, deseaba tanto acabar con el, deseaba matarlo de forma dolorosa y lenta, hacerlo gritar y sufrir como lo hizo con sus padres
- ¿Todo se trataba de ti? -. Aquella débil voz, pareciera que se rompería en cualquier momento, tan baja y triste de escuchar
Ambos al final se encontraban en el suelo, la sangre decorando las bellas flores con recuerdos para el demonio, sus ojos encontrándose a pesar de la distancia, estaba tan cerca pero ahora al verlo sentía una debilidad extraña
Fargan se desmayo
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Actualicé temprano vamooo
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𝘙𝘪𝘴𝘦𝘴 𝘵𝘩𝘦 𝙢𝙤𝙤𝙣 [Farcus]
أدب الهواةEn lo profundo de aquél bosque, alejado de la sociedad en el lugar prohibido que nadie debe atravesar, una enorme bestia acecha al andar buscando presas para devorar, nunca deberás acercarte a tal lugar o aquella bestia te atrapará Una leyenda que...