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Sentía las feromonas tan pesadas rondando por la casa, ningún trabajador se presentó, las feromonas de Baji eran bastantes fuertes que lograba perturbar hasta un alfa, hasta los betas ni se presentaron para no salir lastimados. Chifuyu era el único que estaba presente aún, por las feromonas llegando a su nariz le quitaron su sueño, sintió movimientos al lado de la cama al girarse para ver que era se encontró con Peke J que permanecía alarmado.

— Todo está bien— acaricio su cabecita— Duerme, yo me encargo.

Se levanto de la cama poniéndose sus pantuflas, Peke J desde su posición observo como su querido mamá salió de la habitación, y en vez de seguirlo se acomodó en medio de la cama para dormir, tal vez todo lo que hizo fue para aprovechar y quedarse con toda la cama para el solo. Después de todo los gatos son las mentes maestras.

Afuera de la habitación de Baji se podía apreciar el fuerte aroma a café que salía bastante fuerte que casi se estaba haciendo pesado para él, le empezó afectar ya sintiendo como en su cuerpo se empezaba alistar un calorcito justo en su vientre, sus mejillas estaban rojas y sus piernas temblaban, ya había escuchado que el celo de un alfa suele afectar a otros subgéneros pero una cosa era escucharlo y otro el vivirlo, pero sentía que ese aroma estaba fuera de control, creía que hasta ese fuerte pero exquisito aroma podía afectar hasta un mismismo beta. Razón por la que los betas trabajadores no se presentaron ni se van a presentar a trabajar hasta que el celo de su jefe se acabe.

Ingreso a la habitación cerrando la puerta a sus espaldas. Vio a Baji sobre la cama sentado con sus piernas cruzadas, mantenía la cabeza agachada solo observando la manta blanca, podía sentir las feromonas fuetes esparcidas por el lugar y la respiración agitada de Baji.

— Baji-san— llamó. Levantó su rostro al escuchar que lo llamaban, Chifuyu juraba que los ojos de Baji estaban más brillante llegando a un color amarillo, si el lugar estuviera oscuro sentía que lo que más resaltaría serías esos ojos

— Chifuyu— oh dios, su voz era más profunda, hizo que una corriente pasara por su espalda y se sonrojara.

— ¿Cómo te sientes?

— Mi cuerpo arde. Te quiero entre mis brazos.

Estiró su mano y Chifuyu la tomó. Sintió como fue jalado y termino en la cama entre los brazos de su alfa.

— Hueles bien— dijo Baji manteniendo su nariz en el cuello de Chifuyu.

— Tú aroma es fuerte, me está calentando— dijo con desesperación— ¿Podemos hacerlo?

Sus intentos decían que fuera fuerte, pero su sentido común, su verdadero sí, quería primero que Chifuyu estuviera seguro de lo que estaban a punto de hacer— ¿Tú estás seguro?

— Absolutamente.

Como si fuera un botón que Chifuyu apretó, él se lanzó encima suyo quedando arriba, tenía una buena vista del omega sonrojado con su pelo revuelto. Qué ganas tenía de tomarle una foto.

La cara de Baji estaba en su cuello, su aliento cálido chocaba contra su piel pálida, estaba entrando en calor tan solo por la cercanía en su cuello, sintió como algo presionaba sobre el cuello, Baji le había dejado un beso. Tomo el collar que lo adornaba, desde el momento en que Baji le dio su antiguo collar no se lo ha quitado, a excepción de cuando se baña.

Ahora él tomo el cuello de Baji pasando sus dedos sobre él, el pelinegro parecía ronronear por el toque, lamió el cuello de Baji.

— Estás provocándome— una sonrisa maliciosa apareció.

Quería hacer pagar a Chifuyu, él lo había provocado así que ahora tenía que pagar las consecuencias. Sobre la playera de dormir tomo un pezón que se estaba mostrando, lo pellizco sacando un chillido de Chifuyu. Tomo el otro pezón también pellizcándolo, Chifuyu se sonrojo y jadeo por el contacto en sus botones erectos siendo atendidos.

perfect | BajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora