"Hana ni Oboreru" el legado de las flores.
⚠️ADVERTENCIA⚠️
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- Yaoi
No se aceptan copias ni adaptaciónes
(En mis historias nadie muere; del todo)
Créditos al creador de Kimetsu no Yaiba: Goutoge
Créditos al creador de la portada.
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Varias semanas habían pasado, por no decir meses y Muzan no mostraba señal de preocupación o interés en Kokushibo, esto hizo que se deprimiera a tal punto que no volvió a ser la misma persona.
Mayormente solo terminaba las misiones correspondientes y se iba a entrenar. El sentimiento se acumuló demasiado, su pecho dolia y su boca estaba sangrando, fue al baño rápidamente y empezó a toser. Su boca estaba hecha un charco de sangre y entre todo esto un pequeño pétalo de una flor cayó en su mano.
— ¿Pero qué rayos? ¿Qué es esto? Un pétalo...? —
La enfermedad Hanahaki es muy conocida en ese tiempo, causada por un amor no correspondido y puede tener tres finales: Felíz, doloroso o indoloro. Pero pocos conocen la variación de este; Hana no zaiaku-kan ni oboreru o tambien conocida como "Hana ni oboreru" que tiene cómo significado "Ahogándose en la culpa de las flores" Esta es una variación de la enfermedad, todos los sintomas son los mismos excepto que el que lo padece no puede dejar de culparse así mismo. A diferencia de la original, la variable solo se presenta cuando ya está muy avanzada ya que casi nunca escupen flores enteras, solo dejan rastro de ellas en su caminar; fragmentos del dolor reguardado.
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Las Lunas se encontraban en una mini reunión que organizaron ellas para darle la bienvenida a Muzan después de su viaje. Todos estaban limpiando el lugara ya que al Rey de los demonios no le gustaba la suciedad.
— Kokushibo-dono, creo que esto es suyo. Se le cayó — Dijo Douma señalando en el pdio una pequeña flor roja junto a los pies de Kokushibo.
—... — El de seis ojos no dijo nada y solo puso la flor en una pequeña canasta dónde tenía algunas más.
A Douma se le hizo extraño que Kokushibo cargara una cesta con flores pero pensó que se las iba a regalar a Muzan así que no dijo nada y se fue a molestar a cierto demonio pelirosa.
Cuando Muzan llegó Kore se lanzó a abrazarlo; se había autoproclamado pareja del Rey de los demonios aunque sabía que solo la buscaba para tener sexo. A nadie parecía molesyarle siempre y cuando respete su rango excepto por Kokushibo, Daki, Kaigaku y Akaza quienes sí les molestaba la actitud que tenía esa demonio.
La bienvenida fue corta ya que Muzan se fue con Kore a la habitación dejndo solas a las Lunas superiores, todas ellas se pusieron a conversar entre sí, cada uno con su grupo; Kaigaku, Daki y Gyutaro, Akaza con Douma y Kokushibo, Hantengu y Gyokko.
Todos hablaban de cosas triviales hasta que Douma le preguntó a Kokushibo:
— ¿Por qué no le dió las flores a Muzan-sama, Kokushibo-dono? —
