"Hana ni Oboreru" el legado de las flores.
⚠️ADVERTENCIA⚠️
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- Yaoi
No se aceptan copias ni adaptaciónes
(En mis historias nadie muere; del todo)
Créditos al creador de Kimetsu no Yaiba: Goutoge
Créditos al creador de la portada.
Escuchaba una voz repetir algo, que molesto, pensó.
—Ani....
Ahí vamos de vuelta, esa molesta voz que lo llamaba.
—¡Aniki, despierta que llegaras tarde a la preparatoria! —Kokushibo se estaba despertando pues la noche anterior había sido muy alocada. Abrió sus ojos y una pequeña confusión se hizo presente, era de día y las cortinas transparentes dejando que los rayos del sol iluminen su cara.
—Hasta que depertaste, fiu. —dijo Yoriichi jalando de las sábanas que cubrían el cuerpo de su hermano.
—¿Yoriichi?.. —
—Ese mismo, Aniki. ¿Cómo dormiste? —Preguntó con un poco preocupación.
—Bien, supongo
—Adivino, otra vez soñaste con ese tal Muzan.
—Si, es raro. Siento como si lo hubiese vivido en carne propia, los sueños con él son muy recurrentes. —
—Aniki, los sueños son así, no les tomes mucha importancia y alistate que tenemos que ir a la preparatoria.
—Ajá, está bien —Se levantó de la cama y se puso sus zapatillas correspondientes para luego ir hacia la sala.
—Ay, Aniki... Qué se le va a hacer —Suspiró y sacó las sábanas para lavarlas pero se llevó una sorpresa al ver pequeños rastros de pétalos de flor rojos.
—¿Eh? —Volteó su mirada hacia las escaleras y vio un camino de pétalos rojos marcando el lugar por donde antes su hermano había ido.
Decidió no hacerle caso a esto y decidió ir con Kokushibo para también alistarse. Yoriichi sintió un pesar, como si alguien lo observara pero se fue. Detrás de la ventana había una pequeña niña mirándolos, una niña de ojos rojos observando cada uno de sus movimientos detrás de unos arbustos, con una mirada algo fría y seca viéndolo marcharse.
El viento entró por la ventana y la niña desapareció en un viento de pétalos.
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