En la década de los ochenta el rock fue un foco de resistencia y se afianzó como fenómeno político-cultural, que daría muchas sorpresas. El terror de estado de las dictaduras militares, que prohibía las reuniones, hacia que la gente se escondiera y los jóvenes comprenderán que el único lugar para hacer rock era el garage de la casa paterna.
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Los violadores, Los Ratones Paranoicos, Sumo, Redonditos de Ricota, Enanitos Verdes y Soda Stereo en Argentina, más allá de sus diferencias musicales son sus hijos más sobresalientes.
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Algo similar ocurría en Chile con Los Prisioneros, Paralamas en Brasil, Caifanes en México o La Tabaré Riverock Banda de Uruguay. Denuncias contra la represión; cantos a la libertad.
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Soda Stereo proclama no encontrar nada personal en esa neocomunicación sin ninguna emoción de los ochenta, paralelamente que Charly García comienza a posesionarse en el continente justo después de disolver el legendario Serú Giran, en 1982, tras torcerle el brazo a la dictadura militar. «Tren al sur» de Los Prisioneros colocaba a Chile en las ligas mayores del rock latinoamericano.
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Pero será León Gieco quién abrirá las puertas del rock para un nuevo ciclo : el de la fusión folclórica.
Con la nueva dictadura, se movilizaban las ideas, contrariamente a la censura y la autocensura. Las diferencias entre los "duros realistas" (Pappo, Billy Bond) contra los "suaves de buenas familias" (Sui Generis, Spinetta) desaparecieron.
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El 2 de abril de 1982, la dictadura argentina emprende la "Guerra de las Malvinas", operación que contrariamente abre las puertas a la renovación del rock en ese país.
El autoritarismo militar, con su accionar bélico ha prohibido la música extranjera en inglés, dejando espacio y libertad para el desarrollo de las formas locales. Los festivales se multiplican e irrumpe el punk de Los Violadores o el tecno de Los Encargados. Ahora el público está más maduro para una experiencia musical así.
Con la apertura democrática a mediados de los ochenta, la industria musical argentina, en ocasiones llegó a ser una parodia comercial, entonces comienza la producción independiente para de alguna forma imponer criterios a las compañías discográficas. Nace el rock de la autogestión.
