Ya era lunes por la tarde, ayer Patrick le dio él dinero que le debía a aquel tipo y lo sobrante nos lo repartimos entre los dos y ahora nos encontrábamos sentados en nuestro banco del parque hablando sobre diversos temas.
-Patrick prométeme una cosa.
-Dime.-me respondió este un tanto extrañado ante mi petición.
-Prométeme que vas a dejar de vender.
-Y entonces a quien le compararas tu la mercancía e listilla.-dijo este en un tono burlón
- Patrick no tiene gracia enserio esto se te ha ido de las manos y según te vi el otro día no te voy a negar que me asuste.
-La verdad es que... pase miedo, no es la primera vez que a lo mejor quedo con ellos y recibo un golpe pero esta vez la cosa fue a otro nivel.
-Como es que antes te habían golpeado y no me dijiste nada.
-No era relevante
-Como que no era relevante Patrick pero tu te viste. Aún te quedan algunos moratones por el cuerpo y todavía se sigue notando esa marca tan horrenda en tu labio inferior.
-Son consecuencias por las que tenía que pasar, sabía que esto algún día me podía pasar.
-Pero tu te estás escuchando te lo digo enserio tío como que "recibo algún golpe" o " son consecuencias por las que tenía que pasar".- dije imitando su voz.
-Te ves muy graciosa imitandome sabías.-en el instante que dijo eso no sé ni porqué pero me puse roja, entonces mire hacia abajo para intentar que no viera el color carmesí de mis mejillas.
-Enserio Patrick no tiene gracia. Prométeme que vas a dejar de vender esa mierda o al menos que lo intentaras.
-Lo intentaré.-en ese mismo instante le di un abrazo y empecé a dar saltitos como una niña.
-Pero antes de dejarlo tengo que encontrar otro trabajo.
-Pues mañana empezamos a mandar currículums a todos los bares, empresas... de San Francisco. -dicho esto Patrick me regalo una sonrisa y nos volvimos a quedar en silencio.
A la mañana siguiente Patrick me pasó a recoger a casa y fuimos por todos los establecimientos de la ciudad dando su currículum y ahora más tarde nos encontrábamos buscando un traje para la entrevista que tendría mañana antes de empezar a trabajar en un bar de la ciudad, su es que le cogían.
-Ese me gusta, te queda bien.
-Si a ti te gusta pues compraré este, a mi me es indiferente no sé ni porqué estoy haciendo esto.
-Mejor no te lo recuerdo verdad.-dije soltando una risa al final.
-Vale, mejor me callo.
-Por cierto, ya les has dicho que no vas a vender más para ellos.
-Si.
-Y qué te han dicho?- dije un poco con miedo, sabía que esa gente no aceptaría que dejara de trabajar para ellos así por que sí.
-Nada.
-Nada??
-Absolutamente nada, no sé si eso es bueno o malo la verdad.-dijo el chico con la voz un poco temblorosa.
-Seguro que sale todo bien.
-Eso espero.-nos quedamos en silencio durante unos segundos hasta que el chico volvió a hablar.-Jane te puedo hacer una pregunta.
-Si, dime.
-Por qué haces esto?
-El qué?
-Estar aquí apoyándome y ayudándome a salir de esta mierda.
-Por que aunque no lo creas me has ayudado mucho, me has ayudado a seguir y has echo que no me sienta sola, porque cuando todos me dieron de lado tu apareciste de la nada y te metiste en mi vida, porque a veces te preocupas por mí, a veces me sacas una sonrisa que algunos me quitaron y aunque no te lo creas eso me da fuerzas para seguir, porque aunque nos regañemos el uno al otro o discutamos me has enseñado que es un amigo de verdad. Y ahora te lo quiero agradecer todo y mi manera es estando a tu lado y salvandote de un pozo en el cual mucha gente una vez que entra no sale ya sea por una u otra razón.
-Pues ahora que me estas ayudando a mi a salir de esta mierda ayúdate a ti y deja de consumir esa porquería, ayudemosnos mutuamente a salir del pozo en el que nos metieron para que se den cuenta que no es tan fácil como ellos creen pisotear a los demás y que aquí la escoria son ellos porque simplemente son personas de doble cara y nosotros somos humanos de verdad porque hemos sufrido, hemos reído, hemos disfrutado y a veces nos hemos querido rendir y esto nos ha echo fuertes, nos ha echo personas de verdad.
-Uy que filosóficos nos hemos puesto en un momento.- reímos ambos al unísono.
-Y ahora en serio gracias.
-No, gracias a ti por todo y aunque nunca te lo diga te quiero.
-Y yo.
Nos sumimos en otro silencio y seguimos caminando por la tienda en busca de una corbata. Hasta que este fui interrumpido de nuevo por Patrick.
-Que te parece si mañana vamos a cenar juntos.
-En plan como?
-En plan amigos.
-Vale.
-Eso sí punte guapa, porque ya que me has echo comprarme este traje lo tendré que dar utilidad, además así si me cogen en el trabajo lo podríamos celebrar.
-Me parece perfecto.
Después de acabar las compras Patrick me llevo a casa y quedamos en que mañana hablaríamos para acordar la hora de la cena. Yo tendría que indagar en mi armario para buscar que ponerme y así lucir un poco arreglada no podía ir en chándal, tendría que estar preparada para todas las situaciones que se pudieran presentar.
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Una historia única, la historia de Jane
Non-FictionCada persona es un mundo y tiene una historia, su propia historia. Jane era una chica como otra cualquiera feliz, sociable, buena estudiante,pero eso no podía durar para siempre. A veces sin quererlo te conviertes en lo que un día odiaste.