03- La Mujer De Los Tacones Rojos

38 1 10
                                    

Sofia

Trago saliva por milésima vez, Eros estaba conduciendo sin despegar su vista del camino.

"En donde vives exactamente?" Pregunta, relamo mis labios y juego con el borde de mi vestido.

"Eh, vivo cerca se la compañía, como a tres bloques." Explico. Eros asiente y mira por la ventana a su lado. "Puede dejarme cerca, caminaré, no es pro—"

"No me molesta llevarla a casa Sofia." Me Interrumpe, muerdo mis mejillas interior y asiento lentamente. "O acaso tiene un novio que estaría celoso de que me viera contigo?"

Mis mejillas se calientan rápidamente. "¡Oh, no, no, no! Para nada!" Digo rápidamente. El sonríe. "N-no tengo novio."

Eros vuelve a asentir la cabeza y empuja sus rulos hacia atrás. "Entonces por que no quieres que te deje en frente de tu casa?"

Resoplé. "Por que no quiero que nadie vea que mi jefe me esta trayendo a casa. Me vería mal, sabe?"

El frunce el ceño. "Mal? Por que?"

Vuelvo a resóplar. "Mejor, olvídelo, es mucho de explicar." Sacudo mi cabeza. De repente mi teléfono empieza a sonar, miro la pantalla y veo el nombre de Damian. Ignoro la llamada y noto que ya estábamos llegando.

"Esta bien." Dice Eros levemente. "Bueno, ya llegamos." Su auto se detiene frente a mi complejo de apartamentos.

"G-gracias." Mi cerebro deja de funcionar por unos segundos, olvidándome como abrir la puerta del auto. De repente, Eros se extiende por en frente mio. Sus rulos rozan con mi mejilla y su brazo por mi pierna. Un escalofrío recorre mi espina dorsal al tener este hombre tan cerca de mi.

"Pasa un buen día, señorita Acevedo." Dice antes de abrir al puerta. Trago saliva y rápidamente salgo del auto.

"A-adios..." Cierro la puerta de pasajero y el arranca.

"Sofia!" Me exaltó al oir la voz de Damian. Volteo y lo veo en la entrada del edificio.

"Damian." Sonrío, mostrando mis dientes. El camina hacia mí con una ceja alzada.

"Me puedes explicar que paso anoche? Adonde estabas? Estaba preocupado joder. Quien estaba en ese auto?"

Titubeo por unos segundos y juego con mis dedos. "Y si mejor subimos a mi apartamento?"

El me mira fijamente a los ojos para luego solo asentir. "Vamos."

(...)

Luego de que me cambie la ropa, salgo de mi habitacion y me siento en el pequeño sofa de mi sala. Damian, aun con los brazos cruzados me voltea a ver. "Me podras explicar, que diablos paso anoche?" 

Hago un mojin con mis labios y suspiro. "Me subi a un taxi equivocado y termine en la casa de alguien." Dejo el detalle que esa persona era Eros. Damina frunce el ceño. 

"No que era una amiga?"

"Eh, si, una amiga que tenia 'taaanto' tiempo sin ver." Me arrasco la cabeza. "Me dejo quedarme en su habitacion de invitados y ella me fue quien me trajo a casa."

"Cual amiga es esa?" 

Pongo mis ojos en blanco. "Solo, olvidemos que paso todo eso anoche, lo que quiero es dormir. Okay?" Digo mientras me levanto del sofa y camino hacia mi habitacion de nuevo. "Si te vaz a ir,  ponle seguro a la puerta. Por favor."

Damian entra a mi habitacion detras de mi. "Volvere mas tarde, te traigo algo?"

Volteo a verlo despues de acostarme sobre la cama. "Solo pastillas de dolor de cabeza, si no te molesta." 

El asiente. "Esta bien, descansa." Dice antes de retirarse.

(...)

Eros

Suelto un gemido estresado y suspiro al estacionarme en frente de la casa de mi padre. Sacudo mi cabeza y empujo mis rulos hacia atras. Me desmonto del auto y el aire fresco de la tarde sopla en mi cara. 

"Eros!" Mi hermana exclama con una sonrisa. Camino hacia ella y le doy un abrazo. "Pense que no ibas a venir, ven papa esta aca." 

"No iba a venir, pero aqui estoy." Respondo, ella ruedo los ojos y me toma de la mano para llevarme hacia donde se encontraba nuestro padre sentada. 

"Papa, llego Eros!" Dice Iris con una sonrisa, mi padre voltea a verme. El se levanta de su silla y camina hacia mi.

"Hola papa." Digo, el asiente y envuelve sus brazos alrededor de mis hombros.

"Eros, como haz estado?" Dice con una sonrisa al apartarse del abrazo. 

Me arrasco la nuca. "He estado bien papa, y usted?" El se vuelve a sentar en su silla y aclara su garganta.

"Bien, veo como haz expandido tu empresa. Estoy muy orgulloso de ti." Sonrio y me siento en la silla al contrario de el. "Y acaso no hay nadie en especial en tu vida?"

Me arrasco la barbilla y paso mi mano por mi cabello. "Que?"

"Ay Eros, dile a papa que tienes una novia." Dice Iris, mi padre mira a mi hermana con ojos esperanzados. 

Trago saliva. "Q-que? De cual novia hablas Iris, no digas tonterias." Agarro el vazo de agua sobre la mesa y tomo un sorbo. 

Mi hermana rueda los ojos. "Ya sabes, la mujer de los tacones rojos!" De repente me atraganto con la agua, mis ojos arden al sentir la agua por mi nariz.

"Iris!" Exclamo, mi hermana se hecha a reir y mi padre se asusta al verme atorrarme con la agua.

"Eros, estas bien?" Pregunta, asiento y tomo una servilleta para limpiarme. "De que mujer habla Iris?"

Fulmino con la mirada a la nombrada, ella sonrie. "No se preocupe, es na─"

"Esta mañana fui a su casa y tenia un mujer en el cuarto, no quizo que la viera. Ya que es su novia en secreto." Iris dice, inventando cosas que no eran. Tenso mi mandibula y niego con la cabeza.

"Es eso verdad, Eros? Acaso tienes novia y no me haz dicho?"

Resoplo frustrado. "Iris esta inventando cosas papa, no tengo ningu─"

"Entonces Eros viste tacones?"

La fulmino con la mirada. "No me pongo tacones, joder Iris!" Ella se hecha a reir. 

"Okay hermanito, te escucho." Dice Iris alzando sus manos. "Pero tienes que explicar por que habian un par de tacones en tu sala de estar." 

Pellizco el puente de mi nariz. "No te importa las cosas que pasan en mi casa Iris, olvida lo que viste. Okay?"

Mi padre aclara su garganta. "Estas saliendo con alguien Eros?"

Paso mi mano por mi rostro y suelto una bocanada de aire. "Si padre, estoy saliendo con alguien." Miento. Su cejas se levantan y una sonrisa se forma sobre sus labios.

"Cuando la conocere?" Trago saliva, tratando de inventarme un dia. 

Volteo a ver a Iris cual tenia una ceja levantada con una sonrisa complice. "Tendre que hablar con ella, es muy timida." Vuelvo a mentir. 

"Como se llama?" Iris pregunta, cruzando sus brazos sobre la mesa.

Relamo mis labios, mi mente corriendo a mil por horas tratando de pensar de un nombre, hasta que uno se hizo presente. "Sofia." 

Iris alza ambas cejas y mi padre asiente. "Sofia?" Pregunta mi hermana confundida.

"Eh, si, S-sofia."

El Cielo Ante Mis PiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora