17 - Nunca Se Fue

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Eros

Frunzo el ceño en confusion, sentia algo muy caliente a lo lado de mi costado. Abro mis ojos y noto a una temblorosa Sofia a mi lado. Me levanto rapidamente de la cama y enciendo la luz de la habitacion. Estaba completamente mojada del sudor, sus mejillas estaba algo rojizas y sus labios temblaban.

"Sof." Con mi mano la alzo de la cama por la espalda, sus ojos se seguian cerrados fuertemente. Estaba ardiendo. "Tienes fiebre." Empujo su cabello atras y la acuesto otra vez sobre la cama. Corro rapidamente hacia la cocina y tomo una olla para llenarla con agua de la llave. Despues de llenarla, tomo un paño y vuelvo rapidamente a su habitacion.

Sofia se encontraba en posicion fetal mientras temblaba, sus dientes chocaban entre si por el frio que sentia. Mojo el paño dentro del agua y me acerco a ella. Con cuidado, la levanto un poco de la cama y la pego a mi pecho. Su temperatura estaba subiendo rapido. Respiro hondo y pongo el paño sobre su frente, tratando de bajar la fiebre. Su cuerpo aun seguia temblando, si fuera posible podria cocinar un huevo con lo caliente que estaba Sofia.

"Sof?" Llamo su nombre, sus dientes atrapan su labio inferior y su cuerpo sigue temblando. "Estas ardiendo..." Paso el paño por su cuello y frente. El paño ya estaba caliente y su temperatura no desminuia. Desvio mi vista hacia el reloj sobre la mesita de noche, eran las tres de la mañana. Suspiro y sigo pasando el paño mojado sobre su frente.

"E-eros..."  Su temblorosa voz se hace presente, sus ojos aun seguian cerrados.

"Sshh, estoy aca." Su mano hecho un puño se planta contra mi pecho desnudo. "Vamos a la ducha, debemos bajarte la fiebre antes que sea peor." Digo para luego cargarla de la cama hacia el baño. Sus brazos alrededor de mi cuello debilmente y sus ojos aun cerrados. Una fina capa de sudor cubria su rostro y sus mejillas aun seguian de un color carmesi. "Te pondras bien." Digo, aun con ella en mis brazos, abro la llave de la ducha y dejo que la fria agua caiga sobre nosotros. El cuerpo de Sofia se tenso levemente, sus labios seguien temblando, pero fueron desminuyendo. La fiebre le estaba bajando por la agua fria. "Sof?"

Ella no responde, solo acuesta su abeza contra mi pecho. La agua habia mojado la unica prenda de ropa que llevaba puesto, mis boxers. Luego de notar que la fiebre habia bajado lo suficiente, cierro la llave y salimos del baño. Con mucho cuidado, camino devuelta al cuarto y la acuesto sobre la cama. Le quito la ropa mojada y le pongo algo mas comodo y liviano para dormir. Paso mi mano por su mojado cabello, algunos mechones seguian pegados a su frente. 

"Te sentiras mejor." Digo para luego arroparla con la sabana. 

Suspiro y busco por la habitacion algo que me sirva para ponerme. Frunzo el ceño al notar unos pantalones de hombre sobre una silla que tenia en su habitacion. Camino hacia esta y reconozco la prenda, era un pantalon mio. Sonrio, acordandome de la noche que Sofia se quedo a dormir en mi casa. Luego de cambiarme en la ropa seca, apago la luz y me acuesto al lado de Sofa en la cama. Su cuerpo se sentia mas tibio, pero no lo suficiente para preocuparme. Planto un beso sobre su frente y la pego a mi pecho. Ella enrolla unos de sus brazos alredor de mi torso y una pierna sobre mi cadera, una risa sale de mi boca, para luego unirme a su abrazo y quedarme dormido.

(...)

Sofia

El sonido de algunos pajaritos me hacen despertar. Tallo mis ojos y me remuevo sobre la cama. Frunzo el ceño en confusion al notar que llevaba algo puesto, diferente con lo que me fui a dormir a noche. Ya saben. Volteo a mirar hacia mi lado derecho, Eros no se encontraba ahi durmiedo. Y si se habra ido? No me sorprenderia. 

Suspiro y me arrasco la cabeza mientras me salgo de la cama. Mi cabeza dolia un poco y estaba algo congestionada, debe ser por haberme mojado por la lluvia ayer. Salgo de mi habitacion y bostezo, cruzo el pasillo hacia el baño y hago todas mis necesides para empezar el dia. Luego de cepillarme los dientes y peinar mi (por alguna razon mojado) cabello, salgo del baño y camino hacia la sala. Para mi sorpresa, encuentro a mi madre en el sofa sentada viendo television.

"Hey, buenos dias mama." Digo con una sonrisa.

Mi madre sonrie. "Buenos dias mi niña. Te sientes mejor?" Pregunta, frunzo el ceño.

"Pues si, por que lo preguntas."

Me siento al lado de ella en el sofa, su suave mano se posa sobre mi frente. "Pues Eros me dijo que anoche tenias una fiebre demasiado alta y tuvo que echarte agua debajo de la ducha." Mis mejillas se calientan al oir mi madre decirme eso.

No me acordaba de eso, cuando diablos paso eso?"

"Q-que?"

"Si, tenia─" La puerta de mi departamente de repente es abierta por alguien. Volteo mi cabeza rapidamente, confundida por quien tendria las llaves de mi puerta. "Ah, ya llego, preguntale." Un Eros vestido en ropa casual, entra por la puerta. Sus rulos estaban amarrados en una cola hacia atras y unos lentes de sol descansaban sobre su cabeza.

"Buenos dias." Dice con una sonrisa. Tenia unas bolsas en sus manos, cual las dejo sobre la meseta de la cocina. "Como dormiste, no quize despertarte."

Mi mente no procesaba nada en este momento, solo quede embelasada en lo bueno que se veia en esa camiseta blanca, con algunos botones abiertos, cual dejaban sus tatuajes a lo visto. Sacudo mi cabeza y me levanto del sofa. "Eh-ehm─pues dormi bien. G-gracias..." El sonrie y camina hacia, sus manos acunan mis mejillas. Sus verdosos ojos me quedan mirando por unos segundos antes de plantar un beso sobre mis labios. Mis mejillas se calientan ante esta forma de affeccion en frente de mi MADRE.

"Ay, son tan tiernos." Dice mi madre, cual me hace sonrojar mas. Eros se aparta de mi y vuelve a la cocina.

"Traje algo de comida." Dice mientras saca lo dicho de los bolsos. Mi madre acepta y decide ayudarlo. Yo me quedo parada en la sala como completa idiota.

Pense que se habria ido, que lo sucedido de anoche solo fue una farsa para tenerme en la cama.

Sacudo la cabeza y relamo mis labios. Camino hacia la cocina, me inclino sobre la meseta y los observo. Eros rie y conversa con mi madre, como dos amigos que tenian tiempo sin verse. Mi madre se veia feliz, nunca habia estado asi despues de que mi padre fallecio. Una sonrisa se aparece sobre mis labios, Eros voltea hacia mi y me ofrece un plato.

"Sentemonos a comer." Dice, yo asiento y nos dirigimos hacia el pequeño comedor. "No fue cocinada por mi, pero les prometo que sabe bien." Mi madre rie levemente y yo vuelvo a sonreir como idiota. 

"Es el pensamiento que cuenta." Dice mi madre, Eros asiente y voltea a verme. Esos ojos que me debilitan por una sola mirada. Relamo mis labios y atrapo mi labio inferior con mis dientes, Eros observa este movimiento.

De repente, siento un firme agarre sobre mi pierna, cual hace que mi piel se erize. Eros ladea su cabeza a un lado, yo tomo la cuchara en mis manos y empiezo a comer. El hace lo mismo, pero su agarre no se quita de mi pierna. Mastico lentamente, de rojo miro a Eros, cal estaba comiendo con toda su calma en el mundo. Remuevo mis piernas y las cruzo entre si, pero el me lo impide, con su mano el jala un de mis piernas. Trago fuertemente, causando que me atorre con la comida que estaba masticando.

"Estas bien? Toma agua." Dice mi madre, obedesco y bebo un poco de agua. Aclaro mi garganta y prosigo en comer mi comida. Un escalofrio recorre mi espina dorsal, al sentir su tacto subir por mi pierna, estaba cada segundo mas cerca de mi parte intima. Cual gritaba con ansias de que el la tocara, pero algo en mi mente gritaba que no, mi madre estaba literalmente al frente de los dos. Sus dedos juegan con la orilla del pantalon que traia puesto antes de darme un apreton en el muslo.

Que me haces Eros Atlas.

El Cielo Ante Mis PiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora