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Llegué al lugar donde me habían citado, estacioné y bajé del coche. Por fuera parecía un gran almacén abandonado; comprobé la hora en mi celular y marcaba 8:58 am. Me dirigí hacia la entrada y abrí la puerta, un tipo todo de negro con guantes, gorra y cubrebocas impidió mi paso. 

—Nombre

— YoHan Kim 

Él revisó algo en su celular y me miró. 

— Tienes que entregar tu celular —extendió su mano—

—¿Porqué?

— Celular o no entras —repitió molesto— 

A regañadientes saqué mi celular del pantalón y se lo entregué, él lo guardó en una bolsa de plástico y escribió mi nombre. 

—Pasa por allá —me señaló— 

Vi a lo lejos unas personas y me acerqué, comencé a contarlos eran cuatro, conmigo 5. Divisé a lo lejos a uno de los agentes de la DEA que estaba conmigo en la reunión. Lo saludé con un ligero ademán de cabeza al que el devolvió, era mejor fingir que no nos conocemos. En los alrededores había mas personas de negro y otra gran puerta que estaba cerrada. 

Pasados unos minutos después de que yo me incorporara, llegó un chico más. 

—¿Para qué creen que nos citaron aquí? —preguntó uno de ellos—

—Quizás nos hagan una prueba física —le respondí— 

Estuvimos unos segundos más en silencio hasta que las puertas frente a nosotros se abrieron de par en par y de estas salieron muchos de los hombres que estaban en el lugar, venían hacia nosotros en modo de atacarnos, no tuve tiempo de contarlos pero siento que son mas de 10. 

Un tipo vino hacia mí con afán de lanzarme un puñetazo, lo esquivé con rapidez, agarré el brazo con el que me había intentado golpear y se lo doblé hacia atrás mientras lo golpeaba en el abdomen con mi rodilla, después finalicé con un golpe fuerte en su cara que lo noqueó por completo. De pronto sentí un gran golpe en mi espalda, me habían atacado por detrás; caí al suelo y me giré con agilidad para levantarme, desprevenido me dio un golpe en la cara con el que respondí con una patada, tomé al tipo del cuello de su ropa y lo golpeé en la cara, lo tumbé en el suelo y me senté encima de él comencé a golpearlo, poco a poco veía como la sangre brotaba de su boca y nariz y de como mis nudillos se llenaban de sangre, me detuve y me puse de pie rematando con una pisada en su abdomen. 

Me detuve unos segundos a observar, aun quedaban cuatro tipos de negro y dos compañeros más. Uno de ellos me vio libre y corrió hacia mi, lo tacleé y este se quejó en el suelo, lo había dejado sin aire. lo patee un poco y me fui en búsqueda de otro tipo. Ya habían noqueado a mis compañeros y solo quedaba yo contra tres tipos más. 

—Uno contra tres —hablé— no es muy justo que digamos. 

—Entonces voy yo primero —dijo un hombre y tronó su cuello—  

Aceleró hacia mi queriendo darme un puñetazo, predecible, lo esquive y di una patada en el bíceps de su pierna junto con un golpe cerca del cuello que logra hacer que una persona se desplome. Otro de los tipos me atacó abrazándome por en frente provocando que avanzara hacia atrás mientras me golpeaba en el estomago yo respondía golpeando con mi codo su espalda. Choqué contra una pared y me remató con golpes seguidos en mi rostro. Tomé con mi mano su puño y con mi otra mano le metí un puñetazo logrando que retrocediera para poder brindarle una patada en su rostro que termino de tumbarlo por completo.

Miré al último tipo, ya me sentía cansado y adolorido pero no iba a darme por vencido. Me acerqué lentamente hacia él hasta que quedamos frente a frente, solo esperábamos por quién daba el primer golpe. Nos mirábamos titubeantes hasta que él respondió con un golpe en mi estómago seguido con una patada, sabía que su intención era derribarme por lo que di un giro de 360 hacia la derecha tomándolo desprevenido para poder tomarlo por el cuello con mi brazo, presioné levemente, el luchaba por soltarse intentando arañar mi brazo, poco a poco el perdía la fuerza así que lo guie hacia el suelo hasta que dejo de moverse. Comprobé que siguiera vivo tocando su pulso, solo lo dejé inconsciente. Me incorporé algo cansado y limpié con mi manga la sangre que recorría mi rostro. 

Unos aplausos hicieron eco en la habitación y vi al hombre que aplaudía, parecía tener algunos cincuenta años, cabello negro con canas muy presentes, tez aperlada y una barba de candado, vestía de traje; venía acompañado de un hombre trajeado con lentes, parecía un poco más joven que él. 

—Felicidades muchacho —habló con voz ronca—  lo has hecho genial pero, creo que la prueba aun no ha terminado.  

Quedé extrañado ante sus palabras pero sentí como me daban en la espalda un golpe con un palo de madera que se quebró en dos al instante, solo me giré dándole una mirada de furia y le propiné un puñetazo al tipo quien terminó por desplomarse en el suelo. 

El señor frente a mi rió con satisfacción.

—Justo a alguien como tu estaba buscando, quedas contratado —extendió su mano—

Acepté el gesto y dimos un apretón.

—Soy Elijah Dagger —me sonrió— espero que si has escuchado hablar de mí seas cuidadoso. 

—Claro señor, soy YoHan Kim, espero servirle eficazmente.

Es él, el lider de la Mafia de las sombras, lo tengo justo en frente. Elijah soltó unas risitas cortas y miró al tipo a su lado.

—Me cae bien, él es mi ayudante, se llama Charles —el me saludó con un ademán— entrégale el celular. 

Charle me entregó la bolsa de plástico donde se encontraba mi celular. 

—Este celular es el de trabajo —me entregó un celular analógico— lo usarás solo con nosotros —hizo énfasis.  

—Preséntate mañana a las 7 de la mañana en mi casa muchacho —se dio media vuelta para irse—

—Espere —ambos se detuvieron y me miraron— no se donde vive. 

Elijah me sonrió y Charles miró algo en su celular, al instante el celular que ellos me dieron timbró, era un mensaje, los miré y lo abrí, tenía escrita la dirección.

—Nos vemos mañana entonces —me despedí—



Guardaespaldas KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora