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El día de hoy comenzaba la semana de escuela de Alexa, me cambié por una ropa mas discreta, me coloqué una camisa negra, mi pantalón de mezclilla y mis tenis. Salí hacia la entrada principal y saludé a Douglas. Ambos esperamos a Lexa .

—Oye Douglas, tu que llevas más tiempo trabajando aquí... ¿Qué pasa si quiero pedir algún paquete a domicilio? ¿Te sabes la dirección? 

—No tenemos permitido pedir nada para que nos llegue aquí —dijo serio— si quieres algo tienes que pedirlo para que llegue en el almacén de la paquetería y recogerlo ahí. ¿Por qué tantas preguntas de este tipo, que no te explicaron nada? 

—La verdad es que no —me encogí de hombros—

—Llevo 5 años trabajando aquí y aún no se la dirección, es un secreto, incluso si utilizas la ubicación de tu celular no te dirá. 

Es cierto, mi celular, ¿Cómo no se me ocurrió antes?. Saqué rápidamente mi celular y abrí la aplicación del mapa... nada; era como estar en medio de la nada, no hay nombre de calles ni de colonias, solo empiezan a aparecer cuando esta a kilómetros de distancia. 

—Ya viene la señorita —anunció Doulgas y abrió la puerta trasera—

Ella salió de la casa con un vestido color azul marino con estampado de cerezas, su cabello hacia contraste con el color de su ropa. Conforme se iba acercando me llegaba el aroma dulce de su perfume. 

—Buenos días —saludó— 

—Buenos días —respondimos Douglas y yo—

Douglas tomó la mochila de Lexa y una vez que ella entró en el auto se la pasó, me subí al asiento del copiloto y nos dirigimos a la universidad. Al llegar me recordó a mis tiempos de estudiante. 

Ambos bajamos del carro y entramos, ella dejó sus cosas en un casillero. 

—La cafetería está hasta el fondo y la biblioteca en el segundo piso —explicó— por si quieres un lugar donde pasar el rato, yo te mando un mensaje cuando termine mis clases.

—Está bien pero, entraré contigo, nunca se sabe —me encogí de hombros—

Lexa alzo una ceja.

—¿No te aburrirás?

—No y aunque lo haga, es mi deber cuidarte. 

Sus mejillas se sonrojaron levemente y con agilidad se volteó a otro lado para que no la viera. 

—E-esta bien —dijo tartamudeando— es por aquí. 

Su reacción me sorprendió un poco, debería mantener la interacción con ella a lo más mínimo,  no quiero causar malos entendidos. Alexa entró en su salón y yo me quedé afuera a esperar a su maestro para poder hablar con él y explicarle todo. 

Una vez que hablé con él y comprendió la situación entré al salón, recibiendo varias miradas. Me senté al fondo y busqué a Lexa, ella esta sentada en una de las sillas del medio, se giró para mirarme y me sonrió nuevamente para después mirar al maestro que tenia enfrente. 

...

Después de varias clases por fin su horario terminó; ella se dirigió hacia su casillero, me quedé a lo lejos para vigilar, un chico asiático se recargó en un casillero a su lado, traía una chaqueta de cuero negra, su cabello era castaño y un poco largo, se le lograba hacer una coleta. Lexa ni se inmutó porque la puerta de su casillero tapaba su vista. Yo me puse alerta. 

Alexa cerró su casillero y al ver al tipo se sobresaltó.

—Raiden me asustaste —dijo poniendo una mano en su pecho— ¿Qué no se supone que estás en clase?

—El maestro nos dejó salir antes —sonrió— vine a buscarte para ir a comer, vamos —la tomó de la muñeca y la jaló para que caminara pero Lexa se quedó inmóvil—

—No quiero ir —le dijo seria— papá no quiere que pase más tiempo contigo

Raiden soltó una risa irónica.

—¿Cuándo dejaras de ser la niña de papi? —preguntó con la intención de ofender—

—Cuando tú —lo señaló con su dedo— dejes de ser tan inmaduro

La sonrisa del chico disminuyó poco a poco; yo me preparaba por si tenía que intervenir. 

—Solo vamos a comer, no va a pasar nada —volvió a jalonearla—

Vi que Alexa me lanzó una mirada y fue ahí cuando intervine, me acerqué y tomé la muñeca del chico, él me miro confundido pero retante. Su altura es casi la misma que la mía, pero yo le llevo ventaja por lo que luzco más intimidante. 

—Te dijo que la soltaras —dije serio y amenazante—

—¿Y este payaso quien es? —preguntó molesto hacia Alexa—

—Soy su guardaespaldas

Raiden se soltó de mi agarre y soltó una risita. 

—¿Ahora tu papá te puso guardaespaldas, por qué, nos tiene miedo acaso?

Alexa me miró de reojo un poco nerviosa. 

—No es eso... dijo por lo bajo.

Raiden suspiró y me miró. 

—Soy Igarashi Raiden —me tendió la mano—

Su nombre me sonaba, más no podía recordar de donde lo escuché.

—Kim YoHan —acepté el gesto—

—¿Coreano? 

—Mis padres lo son. 

Él asintió.

—Bueno visto que hoy no se podrá —Raiden me miró de arriba para abajo— nos vemos luego hanii*—le dijo a Alexa para después guiñarle el ojo y retirarse—

—¿Quién es él? —le pregunté a Lexa—

—Él... —se quedó pensando en la respuesta— es el hijo de un amigo de mi papá. 

Su celular timbró. 

—Douglas ya está aquí hay que irnos.

Ambos nos fuimos de la universidad; al llegar a la casa de Elijah rápidamente encendí la laptop y use el software que tenemos con datos de casi todo el mundo. Escribí en el buscador "Raiden Igarashi"  di clic en su foto y su información apareció en segundos, 

23 años

Estadounidense 

No hay nada fuera de lo normal, no tiene ningún antecedente, todo está limpio. Busqué en lazos familiares para ver lo que encontraba, aparecía que su madre y su hermano de 10 años habían fallecido el mismo día, más no indicaba la razón. Sospechoso. 

Di clic en el nombre del que aparentaba ser su padre, Ren Igarashi. Mis ojos se llenaron de sorpresa, él es el líder de la Yakuza en Los Ángeles. Raiden es nada más y nada menos el hijo de quien prácticamente reina la mafia, incluso por encima de Elijah. 


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**Hanii es en japonés el equivalente a "cariño"


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⏰ Última actualización: May 13, 2022 ⏰

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