Ecuaciones. Un ensayo comparativo.

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Si tu eres X, yo soy Y

"¿Quién?, ¿Cómo osáis?, ¿Cuándo y por qué?'' ¡Oh diosa de las camelias caídas, supurante melena blanca y de cabellos espigados! ¡Cuán dichoso fuera el más brillante de los trigos a la luz de una luna llena a las 4 de la mañana! ¡Qué tras una noche de borrachera, éxito y envidia colme el espíritu del menos justo!

No sepas quien te osa toser a ti, sucia mentira impía e infiel, que tú no eres tú ni nadie más, ni a ningún sitio quieres ir ni vas.

Si tú osas venir y hablarme de palabras que desconozco, no son palabras sin más pues para mi valor ninguno tienen, sino acciones vacías de contenido que poca *cuantiosidad* valen, porque no es cantidad de contenidos en sí, sino vacío lo que tú me traes a la puerta de mi casa.

Y en el espacio exterior nadie puede oírte gritar, porque el espacio se como el vacío en sí mismo.

Despejar Z

"No estoy loco, simplemente vivo en mi cabeza con 73 demonios, y a veces es difícil intentar contentarlos a todos".

Era en Positronia, en lo que nosotros entendíamos como viernes, en lo que nosotros entendíamos como 9:10 de la mañana donde, en un claustro cerrado y frío pese a hacer calor, yo no tenía ganas de estar donde estaba, el tiempo pasaba lento pese a seguir viniendo del mismo reloj, y yo estaba tan incómodo que ya no sabía ni como sentirme.


La raíz cuadrada del número pi

De la biblioteca del ojo del culo de la señora ballena con sobrepeso que barría el portal del universo, el bibliotecario que allí vivía, leía un libro que decíase así "De la Tragedia Humana y la Razón de sus Cosas". Abrió una página al azar, era la 54, puso el dedo sobre una línea, esta decía: "... y que la sinceridad en un mundo hipócrita no sea visto como algo que pueda llegar a entenderse como nefasto y sin sentido, sino como algo que pueda llegar a ser usado como arma en ese mundo hipócrita".

Tras leer esto, el libro se redujo a cenizas, desapareció en el vacío y del vacío surgió algo.

Si tú eres Y, yo soy X

Miras a través de la ventana del segundo piso de una casa de madera de estilo colonial. Tras la ventana del estudio observas como un infinito campo de doradas hierbas espigadas se va inclinando poco a poco hacia el horizonte conforme tu visión va siguiendo el rumbo que mantienen los cultivos.

Al final, en el horizonte, observas como un nuboso cielo de un atardecer, más cercano a la noche que al día, se fusiona con las espigas.

Pasan los minutos. No ocurre nada. Comienzas a aburrirte pero pese a ello te niegas a quitar la vista del ventanal.

De repente sucede. Un hombre en llamas aparece corriendo desde el horizonte en dirección a la casa. Tiene los brazos en alto, el rostro desfigurado y las ropas raídas.

Por desgracia tú estas demasiado lejos como para poder ver todo esto.

Ahí estuvo tu error.

Ecuaciones. Un ensayo comparativo.

1. Si tu eres X, yo soy Y.
2. Despejar Z.
3. La raíz cuadrada del número Pi.
4. Si tu eres Y, yo soy X.
5. Anexo, Epílogo y otras cosas bonitas.


Pequeños seres que trepan por tus piernas

Insectos que caen tu nuca

Seres enormes y errantes a los que no les molesta que un humano los parasite

Describir la casa

Describir la biblioteca de la casa

Describir el ambiente del espigado paisaje

Hace 650 millones de años se visitaba un planeta que mostraba vida pluricelular. Hoy la civilización que nos visitaba estaba extinta, y ese planeta de vida pluricelular es el nuestro.

Cuentos de la Tribulación CuánticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora