: ̗̀➛ ᴡᴇ ᴀʀᴇ ꜱᴜʀᴠɪᴠᴏʀꜱ
❝ We watch the day go by, stories of who we take. It made me think of you, it made me think of you❞
༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ Si pudiera detener el tiempo Rowan lo haría, en un mundo de muertos si serviría. Ella se compromete a derrota...
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⌗ Capítulo 2 ──── ❝ Atlanta ❞.
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Morgan nos tocaba la bocina como despedida al salir del estacionamiento y Rick hizo lo mismo, se que ellos van a estar bien. Tengo fe de que si, solo espero que todo salga bien. Volveré a reunirme con ellos cuando pueda, eso creo.
—¿Preocupada? —preguntó Rick, al ver como me quede viendo el auto de Morgan.
—Algo así.
—Se nota que eres muy preciada por Morgan y Duane.
—Obvio, son mis mejores amigos.
Sonreí al recordar los momentos que pasamos antes de todo esto. Se que será difícil de ahora en adelante no estar con ellos, pero quería ayudar a Rick.
Rick estacionó el auto en un parque y me dijo que lo espera, eso hice. Hasta que volvió después de un rato y seguimos nuestro camino mientras escuchaba como Rick trataba de contactar a personas por el radio que probablemente no estén vivas.
Pero aún seguía esperando que alguien contestará.
—Transmisión en el canal de emergencias. Me aproximó a Atlanta en la ruta 85. —informó rick— ¿Alguien escucha? Por favor, responda. Hola. Hola. ¿Me escucha alguien? ¿Hay alguien ahí? Si alguien escucha, por favor responda. Hola, ¿Me puedes escuchar?
El seguía intentando, una y otra vez, pero nada, hasta que nos detuvimos de nuevo por que ya no teníamos gasolina. Vi como Rick veía una foto donde salía él con una mujer y un niño, o Lori y Carl.
—¿Es tu familia?
—Si.
—Los encontraremos, por algo vine a ayudarte.
El asintió sonriendo y nos bajamos del auto, puse mi mochila en mi hombro. Rick igual, pero con un bote de gasolina y caminamos hasta llegar a una casa que puede estar abandonada.
—¿Hola? —grito Rick dejando sus cosas en el suelo.
—Tal vez no hay nadie —dije yo copiando su acción de tirar las cosas en el suelo.
—Tiene que haber —me habla—. Soy oficial de policía. ¿Me puedes prestar un poco de gasolina?
Rick dejó el bote a unos metros de nuestras cosas y caminamos hasta las escaleras de la casa, tal vez de verdad no haya vida ahí, es solo una casa sin nadie adentro.
—¿Hola? —esta vez grité yo.
Vimos la ventana de la puerta y golpeamos. Esperando ver a alguien vivo, Rick volvió a llamar, pero no recibió respuesta, nos dirigimos hacia las demás ventas y vimos a un señor sentado en un sillón con su cráneo roto, había sangre por todas las paredes y una señora rubia en el piso con un charco de sangre en su cabeza. En la pared estaba escrito con sangre "Dios nos perdone".
