Chapter twenty-six. Merle

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⌗ Capítulo 26 ──── ❝ Merle ❞

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⌗ Capítulo 26 ──── ❝ Merle ❞.

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Mi cabeza, siento que me dan con un martillo en ella. Gracias a eso, me cuesta abrir los ojos, estoy en una especie de enfermería. Me siento en la camilla y lo primero que ven mis ojos es a un tipo con una venda en un ojo, esta sentado a los pies de la camilla.

—Debes saber que si no fuera por Merle, te hubiese dejado morir —Me escanea con la mirada—. Se ve que resistes, serías un gran soldado de Woodbury, más con tu puntería.

—¿Y que ganaría con eso? —Cuestionó sin quitarle la mirada— Casi matas a mis amigos.

—Para tu información, Merle los custodiaba —Se levanta de su silla, camino a la mesita de noche que estaba al lado mío y toma la arma que traía—. Más el tipo de arma que usas, me gusta.

Viejo pervertido, con tan solo escucharlo se que es el Gobernador.

—¿Qué dices, Adara?

Más de seguro Merle le dijo mi nombre, no me sorprende que el este aquí y del lado de este pan. Si no, nos hubiese ayudado. Aunque solamente puedo hacer que no me maten a sangre fría.

—Que eres un pervertido, arrogante y muy ingenuo si crees que aceptare —Intento como puedo, sentarme frente a él para mirarlo mejor—. Mi lealtad estará siempre con Rick.

—Eres fascinante —Se agacha a mi altura, aún así no me niego a dejar de mirarlo desafiante—. Merle, el  me pidió y suplico que te dejara vivir , eres alguien importante y a la vez especial para él. Cosa que respeto. Pero sabe que no te puedo tener aquí, sin que seas parte de Woodbury.

—Ni en un millón de años.

—Terminaras aceptando, ya verás que sí lo harás.

Lo dice con una sonrisa que me inquieta, la puerta de la habitación se abre y entra un hombre con lentes de ahí, quién habla con una pisca de nerviosismo.

—Ya esta listo...

—Iré en un rato —Contesta el Gobernador sin dejar de mirarme, y sigue hablando cuando volvemos a estar solos—. Prepárate, querida.

Uno de los hombres del Gobernador, me amarro las manos y me llevo hacía un campo de tierra

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Uno de los hombres del Gobernador, me amarro las manos y me llevo hacía un campo de tierra. La piel se me erizo con solo ver el lugar, hay mucha gente sentada en unas gradas que tienen años. Logro visualizar a Andrea sentada ahí y no solo a ella, si no a Merle parado en una de las orillas del campo.

¿Qué hace Andrea en este lugar?

Yo solo estoy a unos cuantos metros de Merle, que ya noto mi presencia. El hombre, me tiene cerca de él, siento su aliento en mi oreja y me susurra:

—Sólo observa, luego decide.

Ignoro el dolor que siento por las heridas al estar tanto tiempo parada, mas por la herida de la pierna. Unos minutos después, aparece el Gobernador, se coloca al centro del campo.

—¿Qué puedo decir? No pasábamos una noche así desde que levantamos los muros —Comienza a hablar—. Creí que habíamos dejado eso atrás. Aquellos días en que nos acurrucábamos, temblando frente al televisor, cuando estallo la epidemia. Esta noche volvimos a sentir aquel miedo de entonces. Les fallé. Había prometido mantenerlos a salvo. Diablos, mírenme. Debería decirles que todo ira bien, que paso el peligro, que mañana enterraremos a los caídos y resistiremos, pero no lo haré, porque no puedo. Porque tengo miedo.

Que pedazo de mentiroso.

<< Así es. Tengo miedo de los terroristas que codician lo nuestro. ¡Que quieren destruirnos! Y peor aún, porque uno de esos terroristas es de los nuestros. Merle... Mi hombre fiel, mi hombre de confianza. Él los guío aquí. Y él los dejó entrar —Se gira a mirar a Merle, que ya no tiene ni sus armas y es apuntado con un rifle por detrás—. Fuiste tú. Tu nos mentiste y traicionarte a todos.

Uno de los hombres del Gobernador empuja a Merle al centro del campo, por al lado mío pasan dos hombres del Gobernador con alguien encapuchado.

No, no debe ser él...

—Este es uno de los terroristas, —Toma a la persona y le saca el sacó. Mierda, es Daryl— el propio hermano de Merle. ¿Qué hacemos con ellos?

—¡Mátelos!

—¿Qué? ¿Qué quieren?

 Varias personas murmuraban y gritaban que debían matarlos, yo intentaba soltarme del agarre del sujeto que aún me mantiene cerca de él. No puedo dejar que maten a los Dixon, no quiero verlos a morir, en especial Daryl.

Aunque Andrea intenta que el Gobernador dejé de hacer esto, el la ignora.

—Te pregunté donde estaba tu lealtad. Dijiste que aquí. Entonces demuéstralo. Demuéstranoslo a todos. Hermano contra hermano. El ganador queda en libertad. Pelearan hasta la muerte.

A Merle se le subió la fama a la cabeza, gracias a que la gente comenzó a apoyarlo y que venciera a Daryl. Me dolía ver cómo golpeaba a Daryl, aunque no lo demuestro. Se que la mirada del Gobernador está en mí, incluso se acerca nuestro lado.

—Este es el trato, si tu aceptas ser de los míos, dejó a los Dixon vivos.

Ignoro su comentario, me concentro en la pelea, pero cuando veo que traen caminantes me cuesta calmarme. Los caminantes rodean a los hermanos, puede que estén controlados, pero no me confío de ellos. Ambos hermanos se están cuidando las espaldas, ellos golpean a los caminantes intentando matarlos.

Hasta que a uno le llega un disparó, no solo al caminante, el tipo detrás mío cae al suelo. No puedo ver donde están los Dixon, gracias al humo provocado por una granada. Luego siento unos brazos tomarme, es Maggie. Corremos a donde Rick y esperamos que los Dixon vengas, por fin nos podemos ir de ese lugar. 

Al estar en los muros de Woodbury, Merle intenta que lo sigamos. Maggie se puso detrás mío y rompió la cuerda que me sujetaba las manos.

—No vendrás con nosotros —Le dice molesto Rick.

—¿De verdad quieres hacer esto ahora?

Y con eso, Merle empieza a romper el muro hasta lograrlo, nosotros pasamos por el agujero que dejó.

—¡Un poco de ayuda no estaría mal! —Dice Merle matando a un caminante.

Rick y Maggie dispararon a los caminantes que están más cerca, Merle se va y Daryl lo sigue. No tenemos mas remedio que seguirlos. Rick toma de mi brazo y me ayuda a caminar rápido.

Malditas heridas.



©CaeDixon

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©CaeDixon.

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