Durante los años en que vive en aquel edificio todavía no conoce el nombre del chico callado que vive justo enfrente. Ni un apellido, ni la edad exacta, ni un indicio de su identidad; intenta no sacar conclusiones extrañas como que el vecino fuese a...
[Contacto] Severus Snape. Última vez jueves 08/03/XX a las 15:30.
¿Sev? ✓
¿Está todo bien? ✓
:( ✓
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Rabastan se agacha para sacar de la máquina expendedora el bocadillo que ha ido a comprar, pero antes de poder estirar la mano siente un fuerte tirón en su brazo que casi le hace caer. Se queja e intenta soltarse, pero al notar esa cabellera castaña decide dejarse llevar. Sirius Balck parece molesto y no quiere hacerle enojar más, suficiente tiene con que al parecer realmente no le agrada nada. Cuando el castaño llega a los baños del primer piso es cuando finalmente lo suelta, revisa los cubículos antes de dirigirse a la puerta y cerrar con pestillo. Rabastan le mira confundido y desconfiado, pues que ese chico (que le odia) le haya prácticamente raptado y encerrado en el baño no le hace sentirse seguro.
— ¿Sabes dónde está?
Rabastan ladea la cabeza con el ceño fruncido. — ¿Uh? ¿De qué hablas?
— Severus, ¿sabes dónde está? ¿Está bien?
El pelicafé está por contestar, pero al recordar las palabras del azabache decide callarse un momento para pensar. Sirius nota que él sabe algo, lo nota por la manera en que repentinamente ha cerrado la boca y desviado los ojos. El silencio les rodea un largo rato y, Sirius no es nada paciente, por lo que gruñe irritado y se acerca a paso rápido para acorralar a Lestrange con ayuda del lavamanos a sus espaldas llevando sus pequeñas manos a la tela de su cuello.
— ¡Tú sabes! Sólo quiero saber cómo está Severus, ¿le pasó algo? No ha contestado mis mensajes y tampoco lo he visto toda la semana, ¡toda una semana!
Lestrange no parece intimidado, en realidad se ve bastante relajado con el repentino acercamiento del castaño más bajo que le habla con voz fuerte, pero al mismo tiempo angustiada. Al ver aquellos ojos puede notar esa genuina preocupación por el pelinegro que en ese momento se encuentra bajo revisión, y eso le hace sonreír. Ah, ese chico lo ha encontrado. Así, suspirando toma las muñecas de Black y lo aleja un poco, pero sin soltarle antes de hablar.
— Severus me pidió que no dijera nada, en especial a ti.
Sirius frunce aún más su entrecejo si es posible. — ¿De qué hablas?
— Mira, de verdad, aunque quisiera no puedo decirte. Hice una promesa.
El castaño gruñe e intenta sacudirlo sólo para desquitarse, pero Lestrange es más rápido y sujeta ambas muñecas con una mano arriba de su cabeza pegándole a la pared del baño. Sirius se retuerce intentando liberarse, pero la fuerza que ejerce Rabastan al sujetarle es tanta que termina quejándose de dolor y rindiéndose.
