여덟

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Sirius está comenzando a irritarse, y no es sorpresa, pues ese chico de cabellos cafés lleva molestándole desde el inicio del día cuando apenas dio el primer paso dentro del campo universitario. Molestar no es lo que realmente está haciendo Rabastan, lo cierto es que había estado queriendo entablar una conversación con el muchacho, pero él simplemente es imposible. Incluso lleva acelerando sus pasos cada vez que ve a Rabastan cerca, prácticamente huyendo. Había pensado que quizá, en sus horas libres, Lestrange dejaría de insistir, pero se había equivocado por completo, pues el chico le seguía con pasos campantes y su voz llamándole cantarín como un chiquillo jugando con su mejor amigo. Incluso en el camino se ha detenido varias veces para girarse y enviarle una seria mirada, haciendo que Rabastan retroceda un poco y cuando Sirius vuelva a girarse seguir sus pasos de nuevo. Sirius ya está harto.

¡Sólo quería un poco de tranquilidad! Pero, estaba claro que no la tendría si ese molesto chico sigue en su tarea de fastidiarlo.

— ¡Ya deja de seguirme! — el rizado gruñe, deteniéndose repentinamente y dándose la vuelta para encararlo con molestia — ¿Por qué diablos me sigues de todos modos? ¡No somos amigos!

Rabastan sonríe, como si el tono brusco con el que le habla Sirius no fuese nada. Se ve bastante tranquilo, con las manos escondidas en sus bolsillos y sus ojos verdosos observándole juguetones; ese día lleva un pequeño broche en sus cabellos largos ayudándole a quitarlos de su frente para que no molesten, con una enorme camiseta a cuadros grises sobre una sencilla blanca y jeans rasgados con una pequeña cadena a un lado junto a un par de botas con estilo militar. El chico se ve bastante guapo (Sirius no lo negará), mucho más con esos piercings en sus orejas. Y Sirius, el castaño había tomado lo primero que se le cruzara a la vista al levantarse; una enorme sudadera verde con detalles en amarillo y un bordado de tigre junto a pantalones deportivos holgados y converse negros. ¡Iba tarde! Lo que menos le importaba esa mañana era vestir bien. Inclusive sus cabellos castaños están despeinados, cayendo a los costados de su rostro un poco esponjados y ondulados.

— Mira, realmente no tengo idea de qué te hizo pensar que podías acercarte a mí todo confiado, no me agradas ¿entiendes? Si es porque ayer te busqué, fue por Severus sólo por él. Deja de seguirme — ordena, su voz sonando firme y fuerte.

Pero Rabastan no le obedece y le sigue una vez más haciéndole gruñir exasperado. El chico realmente parece ignorar sus palabras o escuchar algo contrario, parece no importarle en absoluto lo irritado que se ve Black con su presencia. Pero, ¿por qué Lestrange está haciendo eso? Principalmente lo hace porque quiere descubrir exactamente qué es lo que hizo atraer a Severus de él; a sus ojos es un chico estresante, y jodidamente imposible de acercarse. Al menos con él es bastante hostil. Pero, por otro lado, Sirius Black siempre le ha parecido interesante; el chico es muy listo y siempre parece saber cómo se siente, manteniendo una sola expresión en su rostro. Por lo poco que le ha mirado de más en clase (mucho antes de saber que conoce a Severus, o quizá mucho antes de que el mismo Severus le conociera) siempre está rodeando de un amigo o amiga, con una sonrisa en sus carnosos labios si se siente realmente feliz, o una expresión neutra si no está de ánimos. Si está molesto, su rostro lo refleja. Si está exhausto, su rostro no lo esconde. La expresión que más ha visto decorando ese bonito rostro, es la curiosa; quizá no conoce a Black, pero se atreve a decir que es lo suficientemente curioso como para probar cosas nuevas cada día.

Por eso no le sorprende que esté intentando algo con Severus. Y sí, quizá sea extraño intentar acercarse sin segundas intenciones al chico que está enamorando a su ex-pareja, pero él sólo quiere lo mejor para su amigo. Y sí, quizá es muy irónico de su parte, pero si él no pudo impedir herirlo quizá pueda impedir que alguien más lo haga. O quizá sólo está queriendo buscar probación de ambos; la confianza completa de Severus y un poco de aceptación de Sirius. El chico le agrada, a pesar de que a él no, el castaño tiene esa aura brillante que atrae a todos. Tiene algo que les agrada a todos, Rabastan no es la excepción. O quizá está siendo un poco infantil porque alguien le rechaza ser su amigo, Rabastan es muy amistoso, y sabe que no a todos les agradará, pero hay algo en Black que le hace sentir caprichoso. Sinceramente, ¿por qué quiere eso? Ni el mismo lo sabe.

TBWNT- SiriusxSeverusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora