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Dio pasos al frente, pasando al lado de aquella pelinegra. La miraban con seriedad pero llevaron sus manos a las empuñaduras de sus espadas.
La conocían, ¿O no?

- Irás a ayudar a Reiner... ¿Cierto? - preguntó Connie, con algo de decepción en su voz. Temía por perder a otra persona especial en su vida.

- ¿Me conoces bien? - preguntó, sin mirar sobre su hombro al chico. Su mirada estaba fija en aquel titán que se encontraba sobre la muralla.

- ¿Huh?, ¿P-Por qué... Me preguntas eso?

- Responde con honestidad.

- Todos sabemos que irás a ayudar a Reiner - intervino Jean, respondiendo por Connie. Ava miró sobre su hombro al par de chicos, después de una semana sin ver sus ojos verdes brillar de emoción, nuevamente lo estaban viendo.

- Aparentemente nunca dejas de conocer a las personas - respiró hondo. Tranquilo y con una ligera sonrisa, estaba Armin -. Sí, iré con Reiner... Pero a detenerlo. Él es el que está más cerca de Eren y es el único que le da problemas.

- El Titán Mandíbula también se encuentra en la pelea - comentó Armin. Ava asintió.

- Porco... - susurró -. Ustedes vayan a detener al ejército Marlayense, yo iré a detener a Reiner y a Porco. Es en lo que habíamos quedado, ¿No? - preguntó mirando sobre su hombro al par de chicos, ellos asintieron.

- Confiamos en ti, Ava - con un poco de molestia, la castaña llevó su cabeza hacia atrás mirando al cielo, la ladeo hacia su lado derecho para mirar a la rubia que le sonreía tiernamente - Oh, ¿Quieres que vaya contigo? Dijiste que cuando esto sucediera, yo estaría al frente.

- No me agradas en lo absoluto, Yelena - enderezó su cabeza, para de nuevo mirar al frente -, te dejaré vivir más tiempo.

- Estoy agradecida de que me dejes vivir más tiempo.

- No te confíes.

- Ava - llamó Mikasa, la mencionada se giró sobre sus talones. Ackerman le estaba tendiendo algunas lanzas relámpago -. Las necesitarás.

Las tomó, colocó en sus codos para apoyarlas en aquella almohadilla que fue hecha especialmente para esas armas. Una vez lista, dio un salto para bajar de aquella torre. Presionó el gatillo, el gancho salió directo a una casa y comenzó a columpiarse. Estando algo alejada de esa torre, decidió correr ocultándose en los pasillos que dividían casa por casa para que los Marlayenses no la vieran.

El corazón se le había acelerado, por un momento creyó que había sido por correr a tanta velocidad; sin embargo, el ruido sordo de las pisadas de los titanes, seguido de golpes y una roca estrellándose contra el suelo, le hizo caer en cuenta de que estaba equivocada.

Estaba nerviosa.

¿Nerviosa por enfrentarse a un titán? No. Ella ya se había enfrentado a ellos anteriormente.

¿Nerviosa por las consecuencias del contacto físico que tendrán Eren y Zeke? Sí. En parte.

¿Nerviosa... Por verlo de nuevo? Sí. Es lo más seguro.

Nuevamente subió al techo de una casa con ayuda de su equipo de maniobras. Observó al Titán Bestia. Sintió sus entrañas hacerse añicos dentro de ella. Seguramente había vencido a su hermana y a su capitán, por esa razón se encuentra ahí. Tenía un temor más grande, y ese era haberlos perdido para siempre. No lo sabía y eso la ponía nerviosa, pero evitaba mostrar su molestia. Simplemente chasqueo la lengua. Debía mantenerse atenta a su objetivo principal. Detener a Reiner y Porco.

Su objetivo se vio alterado al momento en que el Titán de Ataque golpeaba con demasiada brusquedad a la nuca del Mandíbula hasta dejarlo fuera de combate.

Dusk Till Dawn; Reiner BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora