33.2

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— Toma.

Le entregó un arco negro de aluminio y magnesio, un carcaj de flechas similar a las lanzas relámpago.

— Los ingenieros de Azumabito me pidieron que te lo entregara — maravillada, lo sujetó con fuerza. La superficie era bastante suave y delicada, así podía sujetarlo mejor sin lastimarse.

— Gracias, Annie — respondió —. Vayan, los estaré viendo desde aquí.

Asintieron firmes. Annie, Mikasa y Connie bajaron del Titán en su búsqueda de Arlert. Lanzó una flecha a la garra de un Titán Mandíbula que tenía como objetivo atacar a Springer. La flecha explotó en el momento que tocó al Titán, tal como una lanza relámpago.

— Ese Titán... — el intercambiar miradas con ese gigante la puso nerviosa — ¿Galliard? — negó —. No. Ese Titán ya no tiene a su portador — lanzó una flecha en dirección de la nuca de una Titán Hembra que iba detrás de Annie. La mató al momento en que la flecha se clavó en su nuca y explotó.

— ¿Por qué sonreías como una psicópata? — preguntó Levi.

— Las antiguas guardianas, con el paso del tiempo, se sienten unidas a los demás Titanes. Por eso, cuando más tiempo hayan pasado con ellos, son más propensas a recibir dolores de cabeza tan fuertes cuando ellos salen heridos o mueren.

— ¿No piensas ir a pelear contra ellas? — preguntó. Ava negó — ¿Entonces...?

— No ahí.

— ¿De qué...? — no terminó su pregunta cuando vio Ava salió volando — ¡Ava!

Cayó de pie sobre el hombro de su Titán Acorazado. El sentirla sobre él, le mandó la mirada.

— Ava...

— Hola — saludó contenta —. Peleamos como en los viejos tiempos, ¿No? Yo protegiendo tu espalda y tú la mía — dejó que sus ojos dorados se llenaran de vida y de fuerza con sólo observar a la mujer de pie firme. Sintió el leve movimiento de su brazo, por lo cual llevó la mirada hacia esa dirección, le estaba tendiendo la mano para que ella quedara sobre la palma de su mano, acción que inmediatamente hizo. La acercó a su rostro para sentir el calor que emanaban las manos de Ava cada vez que las pasaba por su rostro —. Vamos a ganar, Reiner. Te lo juro. Después de esto, jamás te volveré a dejar solo.

— Tantas cosas que debo decirte... Lo haré cuando todo termine para poder ver mejor esos ojos verdes que tienes — dijo dentro del Titán. Nuevamente dejó a Ava sobre su hombro.

La chica disparaba flechas en las nucas de los Titanes. Si veía que alguna no había sido bien recibida, se lanzaba por ella para, nuevamente, dispararla y matar al Titán.
El Acorazado repartía golpes a los Titanes que se acercaban a él.
Parecía que iban ganando, pero una lanza fue la causante de que Ava se descontrolara y disparara mal la flecha. El Titán que le había disparado la sujetó en su mano para matarla de un sólo apretón. Se quejaba en voz baja para que el rubio no pudiera escucharla y distraerse. Pero... Ya era demasiado tarde. La había visto.

— Ava — murmuró Reiner preocupado. Pensaba correr a ella pero fue tirado al suelo por un Titán Martillo.

— ¡Reiner!

— Sueltala — ordenó Jieun. Obedeció la orden de la mujer, estampando a Ava boca abajo sobre el suelo. Tenía todas las intenciones de levantarse y atacarlas, su acción fue impedida por Beatriz y Brunnette que llegaron a sujetarla de sus brazos y piernas. La mujer de la capa azul caminaba hasta ella recargando su arco —. He de admitir que me siento admirada. Jamás creí que la más reciente de las guardianas sería tan obstinada e inquebrantable.

Dusk Till Dawn; Reiner BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora