Déjame Conocerte

¡No acabes con mi alma!

[Michael]

Gary me besa con tanta pasión que no aguanto, esa sensación es lo mejor que he sentido en mucho tiempo. Me agarra por el cuello como si me tuviera ganas de matar pero me besa con una suavidad de que quisiera paralizar el tiempo, su movimiento impacta en mi cadera haciendo un bucle y separándose para volver con más fuerza. Amo esa sensación de tener su piel con la mía, lo amo tanto.

- Te gusta así? - Me pregunta con esa voz de macho alfa.

- ¡Me encanta! - Le respondo sin casi aire

Después de un tiempo terminamos de hacerlo y me dieron ganas de preguntarle.

- ¿Algún día me cambiarias por alguien?, Tenés derecho. Osea, si alguien te hace más feliz que yo vos... - El se acercó tanto y me miró a la boca. subió la mirada, hicimos contacto visual y me besó. Me hizo sentir que todo estará bien.

- Te lo prometería pero todo puede ser efímero - Me dijo con una sonrisa en su cara.

[Freddie]

Estoy llegando a mi casa y no paro de pensar en el, aunque tengo mucho que hacer como las tareas. ¡Pero es tan hermoso!, Además de carismático, simpático, varonil... No sé, es perfecto.

Llego pongo música de ambiente y comienzo a limpiar mi hogar mientras mi madre no está, ya que trabaja y llega en la tarde.

[Gary]

- ¡NO, NO NO! NO ME...

Se apuñala el estómago... En verdad pensé que me asesinaría pero creo que esto fue peor. estoy aterrorizado, mis piernas y manos tiemblan, mi sudor esta frío y mis labios están pálidos...

- ¡AYUDA! ¡POR FAVOR AYUDA!.

Agarre el cadáver y lo meti en un contenedor de basura de un callejón, no sin antes ponerme guantes, pero que imagen más horripilante tengo en mi mente. Estoy impactado. Por suerte creo que nadie me vió, me voy a mi casa.

Vivo solo en un vecindario pequeño y en mi casa siempre se siente la soledad así que escucho música para no sentirme como un desierto.

[Michael]

- ¡GARY! - Alguien llama afuera de la casa.

- Anda a ver quién es - Le digo a Gary.

- No creo que sea alguien importante, porque no mejor seguimos - Me responde evadiendo.

- Entonces yo iré a ver - Me levanto con mucha curiosidad de quién puede ser y el me persigue, cuando salgo.

Era un chico con un ramo de rosas en la mano, un gran oso como los de su cuarto, blanco, con un corazón y un te amo... Con una cartulina en donde decía te amo y una colonia en la mano.

Me dolió ver todo eso pero sentí empatía y mucha vergüenza ya que a él le debió doler más, solo me vesti y me fuí mientras el se le cayó el ramo de rosas y empezó a llorar.