I Hate you || Woojin

Capitulo 1

Era un día cálido en Seul, era primavera y el clima era el mejor. Los árboles floreaban dejando caer pétalos por todos lados. El sol era brillante y el cielo azul.
Y yo me encontraba corriendo por las calles de Seúl como una loca , iba tarde a mi primer trabajo.

Soy una extranjera que decidió mudarse a Corea del Sur para buscar una nueva vida. Primero conseguí una beca para estudiar coreano ahí y más adelante me enfoqué en buscar un trabajo.
Esto implicó dejar mi curriculum por todos lados y entregárselo a personas que decían poder ayudarme.

El día anterior una de esas personas, Park Suyoon, me comentó que me había conseguido un puesto en la compañía donde trabajaba. ¿Cuál? Ni idea, yo solo acepté. Quería un trabajo para poder seguir viviendo en Corea

Teníamos que toparnos a las 7:00 y yo me había levantado a las 7:30. Por eso me encontraba corriendo para no perder el bus.
Me puse lo más sencillo y fácil de combinar, no me dio tiempo de pensar bien en mi vestuario. Al cagado la primera impresión. Camisa blanca, pantalón negro de vestir y converse negros.

— Ojalá hubiera tenido más tiempo— dije mientras esperaba el bus. Según calculaba iba a llegar justo a tiempo.

Llegué a la calle Sinbanpo-ro 47-gil. La calle era estrecha, como la mayoría en Seul. Ahí se encontraba Suyoon esperando. La había conocido hace meses en la universidad donde estudiaba coreano, fue muy amable en ayudarme en conseguir un trabajo.

—¡Hola Suyoon-ssi!— le hice una reverencia a Suyoon. Tenía que ser formal ya que ella era mayor. Se veía más arreglada e incluso traía un Americano. Era una chica linda, como la mayoría de chicas aquí en Corea.

—Hola Nyssa! ¿Estas lista?

—Si, aunque no se de que se trata el trabajo— dije mientras seguía a Suyoon por la calle.

— Oh eso. Vas a ser parte del staff, la empresa acaba de empezar y ocupamos gente nueva. No somos muchos. Les comenté que hablas español y les gustó. Puede que nos ayudes a traducir y esas cosas.

—Entiendo

— Es aquí— era un edificio de varios pisos con ventanas de cristal. Era de esos edificios en el que habían varios locales. Se veía pequeño para una compañía.

Ya adentro entramos al elevador, ella marcó el segundo piso. Ni afuera ni adentro vi el nombre de la empresa.

El ascensor de abrió y se me calló el alma al leer el nombre de la empresa. Lo que jamás pensaba que iba a pasar, pasó. ¿Ahora tendría que trabajar aquí?