Imperium.

Capitulo 01.

HABIA UNA VES, 5 HIJOS, UN IMPERIO Y UN SOLO LIDER ELEGIDO...

(🌖🌗🌘)

— Señorita Agnes, todo se ve maravilloso.

Franklin me miraba desde alado de la mesa.

— Todo debe verse perfecto —acomode la copa unos centímetros a la izquierda.

Viola.

Perfecto.

— ¡Tiky ya entro! —grito mi hermanita Amber.

Mi hermano Colin se puso de pie de la barra, mi otro hermano Blaise dejo de comer macarrones y se limpió en su saco. Lo mire mal y él se limitó a sonreír.

Todos salimos al pórtico de la casa a esperarlo.

El auto apareció en nuestro campo de visión haciéndome poner aún más feliz.  El chófer estacionó el auto justo al frente de la puerta, se bajó a abrirle y este salió.

Tyler Saint, mi hermano mellizo, mi otra mitad.

— ¡Tiky! —grito Amber.

Mi hermanita bajo corriendo a darle un abrazo, todos vimos esa escena con una gran sonrisa.

Pero, en ese auto no venía solo Tiky.

Se abrió la puerta y salió otro chico.

— ¿Tyler? —exclame dudosa.

— Oh, lo olvidaba —aun abrazando a Amber señaló a su amigo. — Él es Azael Deschanel, mi amigo de la escuela.

Con mis hermanos bajamos a saludar.

Fue mi turno de abrazar a Tiky y como siempre, fue un abrazo largo.

Si que extrañaba a mi hermano.

— ¿Que haz echo de nuevo? —pregunto Colin.

— ¿Sales de fiesta? —ahora fue Blaise.

— ¿Te drogas? —todos miramos extrañados a Amber. — en Euphoria lo hacen.

Tiky sonrió revoloteándole el cabello.

— Pues...

Mi hermano comienza a desabotonar su camisa, y baja una manga mostrando su pecho, justo en su corazón, y ahí, un tatuaje.

— "Con amor, para Tiky" —leí.

— La letra de mamá —hablo Blaise.

Todos sonreímos melancólicos.

Mamá siempre hizo eso, en cada cumpleaños nos hacia una carta personal y la firmaba.

— ¿Te dolió mucho? —pregunto Amber.

— No tanto. ¿Dónde este papá?

— Junta. Sale hasta tarde. —hable.

Franklin se asoma por la cocina, con una charola de agua gaseosa.

— ¡Francesco! —Tiky corrió a abrazar a Franklin.

Nuestro mayordomo, como es costumbre, contuvo su sonrisa, pero le devolvió el abrazo con cariño.

— Joven Hobber, es un gusto verlo por aquí —exclamo Fran al separarse.

— Que gusto ni que nada, dime por favor qué hiciste esas chuletas con salsa qué tu solo sabes hacer, o me regreso al Internado —habla Tiky.

Franklin asintió.

Tiky sonrió y corrió con Azael.

— Fran, él es mi amigo Azael, Az, es el Francesco, pero dile, Franklin, es nuestro mayordomo, pero para mí es mi segundo padre.