"OBSESSIONS" 》Larina Fanfic🏳️‍🌈

cap. 3

El día había sido perfecto, estuvimos toda la tarde recostadas en la cama hablando de los mejores recuerdos que compartimos, había sido incapaz de sentir esta felicidad en otro momento de mi vida, ni siquiera en mi boda, ni cuando Michael me llevó a Francia para nuestra luna de miel, nada valia tanto como tener a Lizzy en mi vida.

-Creo que mañana volveré a Nueva York.-dijo mientras se colocaba la ropa otra vez.

Me incorporé rápidamente.- por que?- dije.

-Bueno tengo que volver al trabajo y ya sabes, no quiero ser una molestia en tu vida, llevas dos días sin ir al trabajo por mi.

-No te preocupes mi secretario se hace cargo, puedo trabajar desde aquí incluso.

-Si pero y Michael? Que pasa con él?

-Es eso lo que te preocupa?

-A ti no?

-No quiero pensar en ello, me hace feliz que hayas vuelto...

-Y a mi, pero no es tan fácil como fingir que tenemos 17 otra vez e imaginar que ahora todo es de color rosa, tenemos responsabilidad, somos adulatas ahora y estas casada.- sentenció en un tono casi de enojo.

-Lo se Lizzy pero no podemos pasar un día sin pensar en preocupaciones? Después de años vuelvo a verte y ya haz querido irte otra vez en dos ocasiones, si algo de esto te pone mal déjame intentar cambiarlo.

-Que vas a hacer? Divorciarte para estar conmigo? No puedes hacer eso, esto no es una tontería.- se paro y me miro.

-Esta bien, es verdad, pero por favor déjame creer por ahora que todo puede ser color de rosa, seguro que luego tendré que preocuparme más y por el momento aprovéchare que no es necesario.

-Marina, por favor, vamos a vernos otra vez, puedo venir de vez en cuando, solo no quiero que tengas problemas por mi culpa, recuerdo como era Michael y parece que no cambió tanto como dijiste.

-Lizzy no lo conoces, te aseguro que no le va a importar que estés aquí.

-Y que me haya acostado contigo no le va a importar?

-Sabes que no lo sabrá...-me levanté y me puse una remera rápidamente para abalanzarme a sus brazos y dejar un beso en su mejilla.- confía en mi por una vez.

Suspiro y me miro a los ojos.

-Se que no va a terminar bien.-sonrio y yo también.

Con el correr de los días se volvió una rutina despertar sin Michael a mi lado y pasar el día con Lizzy, desayunabamos juntas, salíamos a hacer las compras para la despensas o íbamos a la costa, pasábamos tardes relajadas y luego volvíamos a cada donde terminábamos haciendo el amor o duchandonos juntas y luego hacíamos de cuanta que nada pasaba cuando llegaba Michael a casa, a veces me sentía terrible, el era dulce, llegaba con flores o entusiasmado por algo que había conseguido en el trabajo, a veces contaba anécdotas que vivimos juntos a Lizzy, supongo que ella en el fondo también llegaba a sentirse mal, pero cuando despertaba cada día e iba al salón y ella estaba ahí, sentía que era con ella donde todo tenia sentido, donde debía haberme quedado desde el comienzo.
Pero por supuesto toda historia tiene un punto desequilibrante y en la nuestra llegó el día donde todo iba a volverse malo.

Recostadas sobre la cama luego de hacer el amor nos quedamos dormidas por un momento, fue un grave error, al despertar solo pensé desesperadamente "hay que vestirnos", comencé a hacerlo mientras la desperté y le indique que hiciera lo mismo, por supuesto lo hizo, intente ver la hora mientras salía de la habitación, pero ahí estaba Michael, recargando su cuerpo sobre la isla de la cocina, llorando en silencio, me miró inmediatamente y yo quedé completamente congelada, sin poder decir nada y detrás de mi llego Lizzy, se quedó quieta en un solo lugar.

-Quiero que se vaya!- dijo Michael incorporándose y acercandose a mi.- asi que es esto lo que hacías cuando no estaba?

No podía decir nada, no había nada en nuestra defensa.

-Nosotras no...-dije pero me interrumpió inmediatamente.

-Que se vaya ahora mismo!

Lana salio de la habitación y me miro, luego a él.

-Debi imaginarlo.-continuo- todos en la secundaria lo decían, "hey ahí van las lesbianas" pero yo no te veía así Marina, yo sabía que eras la mujer para mi, y Lana, siempre fue la prostituta de la ciudad!

-No le llames así!-dije.

-La defiendes? Sabes que era así, acostándose con tipos mayores, es probable que todos mis amigos se la follaran... y ahora tú! Esto! No puedo entender en que momento dejas que esta mujer entre en nuestras vidas para arruinar lo que construimos.

-No tienes por qué hablar así de ella, esto solo paso una vez- menti.

-Si por supuesto.-dijo con sarcasmo.

-No! Esta bien Marina.-dijo Lana finalmente.- es cierto, yo insisti en que esto pasara y lo mejor es que me vaya, que no vuelvas a verme.

Fue hacia el sofá y tomó un par de cosas que eran de ella y su bolso.

-Si vete ya!- dijo Michael enojado.

Lana cerro la puerta con fuerza y desde ese día todo cambio.

Podría jurar que las siguientes semanas fueron un infierno, Michael aprovechaba cada ocasión para remarcar mi error y echarmelo en cara, las tardes se volvieron aburridas, me quedaba en casa con la costumbre de que eso hacía con ella y con la esperanza de que pasara algo emocionante en mi vida, pero los días corrían y no supe de ella, no llamo y no volvió a buscarme, otra vez la había perdido, otra vez volví a sentir un enorme vacío en mi, era así como me había sentido siempre en realidad, solo que me había acostumbrado a ello, ahora que sabía porque me sentía de esa manera podía darme cuenta de lo horrible que era mi vida sin ella. Había pensado en buscarla en New York y volver el mismo día, pero seria imposible, en lo que Michael iba al trabajo y volvía me descubriría fácilmente, trate de sacarme la idea de la cabeza de que la amaba y de todo lo que sentía por ella, pero era inútil.
Y así pasaron los días, las semanas y los meses y mi vida se deterioraba.