Ambos llegaron al mismo tiempo.
Ella lo miró con asco y él la miró con furia
contenida.
corriendo simultáneamente y se estamparon
uno contra el otro. Rasguños, mordidas, golpes,
un combate frenético. Y al final,
ambos terminaron muerto.
A la mañana siguiente, un niño despertó
emocionado. Levantó su almohada y con,
desepción, miró que su diente seguía ahí.
No había rastro de dinero.
A un costado de su cama, estaban los
cadáveres del ratón Pérez y del hada
de los dientes.
CUENTOS PARA MONSTRUOS.
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¿Las cosas pasan por algo, no?
Short StoryCuentos para monstruos, microrrelatos que te dejaran sin aliento.