Recorrí el cuarto oscuro donde
me habían dejado, con las manos
atadas y un dolor de cabeza terrible,
tratando de hallar alguna salida.
Pero comprendí rápidamente
que no era un cuarto oscuro;
me habían sacado los ojos.
Horrorizado, gritando por ayuda,
camina a tropezones hasta que
sentí algo blando deshaciéndose
bajo mis pies.
CUENTOS PARA MONSTRUOS
ESTÁS LEYENDO
¿Las cosas pasan por algo, no?
Short StoryCuentos para monstruos, microrrelatos que te dejaran sin aliento.