Cigarro🚬

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-Quítate la blusa.

-No, papi. Por favor no...

-Dije que te la quites... ¡Ahora!

-Papi, no quiero. No me hagas...

-¡Hazlo! ¡Quítatela! ¡Es una orden!


Apenada y con lágrimas colgando de sus 

ojos, la niña se despojó de la blusa

lentamente. El hombre, al ver la piel

desnuda de su hija, no pudo hacer otra

cosa que llorar. Se sintió miserable,

impotente, furioso. Abrazo a su hija y le dio 

un beso en la frente.

-Debemos alejarnos de tu madre- dijo 

el hombre acariciando a la niña, mientras

sus lágrimas caían sobre las quemaduras

de cigarro de su piel.



                                          CUENTOS PARA MONSTRUOS.

¿Las cosas pasan por algo, no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora