Golpes 💥

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Él golpeaba,

la golpeaba con salvajismo,

la golpeaba con frenética persistencia,

la golpeaba con todas sus fuerzas.


Pero no fue suficiente.


En algún momento, aquel niño ya no

pudo seguir golpeando, pues su cuerpo 

quedó inmóvil debajo del agua.


Entonces la mujer finalmente lo soltó

y luego se alejó de la tina.


La luna lloró toda la noche.



                                        CUENTOS PARA MONSTRUOS


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