Capitulo 5

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Solo por una oportunidad.

Gritos y gemidos de dolor salían de el elegante comedor de la familia Lenstrage, el aire estaba impregnado con el olor a sangre y veneno de serpiente. Y lo único que podían hacer los Mortifagos que estaban afuera era oírlos y olerlos, pues, su amo no era indulgente con aquellos que le llegaban a faltarle y esta vez no era la excepción, ya que el solo quería una cosa de aquel enfrentamiento entre los Rebeldes de la Orden del Fénix y el Ejercito de Dumbledore.

Desde donde estaba Severus Snape podía ver como finos hilos de sangre salían del cuerpo de su viejo amigo, solo Merlín sabia cuanto deseaba ayudarle, pero, sabia que lo mejor era mantenerse lejos aguantar todas las torturas ingeniosas que se le pudieran ocurrir a Lord Voldemort.

- Solo tenían un maldito trabajo...SOLO UNO...- dijo furioso Tom Riddle.

Un Crucio salió de su varita y le dio en el estomago al patriarca de los Malfoy.

- Tenían que traérmela solo a ella. No a la Orden, no al Ejército... LA QUERIA A ELLA ... A GEVERHAN POTTER. – Snape cerro sus ojos exasperado y cansado. – Ahora cruzo la frontera y tendré que irme a humillar a ante esos malditos monos para que me la entreguen y todo gracias a ustedes y su incompetencia.

Como pudo se puso de pie y camino hacia su señor.

- Fue un error que no volverá ocurrir. Yo mismo me voy a encargar de traerle a la ultima Potter sin necesidad de que usted vaya a Vegita-Sen.

- Tienes razón, Severus. - siseo Riddle. – No volverá a ocurrir por que los que van a pedir a la pequeña Potter serán ustedes y yo solo estaré ahí para asegurarme de que no vuelvan a cometer un error como este.

POV. Geverhan.

El ruido de las rejas me resulto ensordecedor al momento en que las abrieron, unas ganas de vomitar y de llorar se esparcieron por todo mi cuerpo con solo ver las caras de Hermione y de Luna; Fred al ver mi rostro intuyo que algo me pasaba así que camino hasta mi y me abrazo lo más fuerte que pudo y yo inmediatamente le regrese el abrazo.

- Necesito hablar con ellas a solas. – le susurro a los guardias Sayajin.

El Weasley me mira intrigado, pero no me hace preguntas y solo me asiente.

- ES HORA DE QUE COMAN ALGO MAGICOS... El comandante en Jefe así lo manda y ha dispuesto un gran banquete para sus invitados.

Y eso fue como música para los oídos de todos los que estábamos en las celdas, excepto, para mí, que era la única que sabia hasta que punto y en qué condiciones el comandante en jefe estaba llevando a cabo semejante acto de bondad.

- Vayan- ordeno. – Solo necesito un minuto con Hermione y Luna, por favor.

Todos salieron felices y una lagrima se deslizo por mi mejilla.

- Dinos de que deseas hablar con nosotras, Ge.- dijo Luna mirándome con esos hermosos ojos verdes que tenía.

Hermione intenta decir algo, pero la detengo. No quiero sus disculpas y menos cuando se que en este preciso momento no las merezco.

- Necesito que me escuchen con mucho cuidado y, sobre todo, necesito que no me interrumpan, por favor. – les pido que se siente frente a mi y suspiro- El comandante me dijo que somos bienvenidos en Vegeta- Sen, pero, a cambio debemos ...- suspiro con cansancio. - ¿Recuerdan que cuando llegamos al palacio unos científicos lagartos nos tomaron muestras de sangre a todas las mujeres? - ellas asienten con la cabeza. – Bueno, esas muestras de sangre eran para saber quien de nosotras es mas compatible con su tipo de sangre y para ver qué tan resistentes somos.

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