Solo en tu mirada

Capitulo 9

                 

                  Pequeños saltos de fe.

- El sol es agobiante en esta época del año- dije acercándome a él lentamente.

- Para ustedes lo es- Volteo Radizt a verme. - Para nosotros es solo otro día soleado en nuestro planeta. Inclemente. - hizo una breve pausa y camino hasta quedar frente a mí- Vamos, Maga. No eres tan tímida con mi hermano o ¿si?.

Una sonrisa burlona se escapa de mis labios.

- No lo soy. Y como los dos queremos ir directo al grano. Vengo a pedirte que nos seas demasiado duro con Luna. - suspiro- Por favor, Radizt. Se paciente con ella.

Veo que se sorprende al principio, pero, después se enoja al ser cuestionado.

- Si sabes que lo que pase entre ella y yo no es asunto tuyo.

- Lose y no sabes cuanto me pesa no tener control sobre esta situación. Pero ella es de las pocas personas a las que todavía puedo llamar familia.

Un sonido burlón se escapa de sus labios.

- Y la cuidas tan bien que por ello visita mi cama cada noche.- bruscamente me toma del brazo y gimo del dolor. - Tú asegúrate de estar bien co  mí hermano, que yo me encargaré de las necesidades que ella tenga.

- Yo me preocupo por él- murmuró dudosa.

- ¿Es por eso que cuidas de sus heridas ?- se acerca más a mí- ¿ me vas a decir que Kakaroto te importa?.
Esa última pregunta me toma por sorpresa, porque era verdad, ese Sayajin me importaba más allá de mi beneficio personal.

- Kakaroto me importa por él mismo.

Radizt me analiza por un segundo con la mirada y suspira. Se separa de mi y empieza a caminar.

-Entonces cuídalo mucho.

Sucio y mal oliente. La cueva estaba llena de gente andamos; la cual, se veía que tenía meses sin tener los recursos básicos. Al terminar  de entrar  veo a una joven pelirroja, delgada con el rostro lleno de pecas se acerca mí, con paso decidido.

《 Ella es la lider》

- ¿Usted  debe ser el Comandante en Jefe del Rey Vegeta?- pregunta viéndome con cierta desconfianza. -Bienvenido a nuestra humilde morada, señor. Pero como podrá observar nuestra condición es precaria.

Ella se adentra más a la cueva y me hace una señal para que la siga hasta una pequeña tienda estilizada.

Al entrar puedo reconocer el aroma de varias plantas medicinales y de algunos medicamentos humanos.

En una camilla se encontraba un joven  de unos 25 o 26 años; con cabello negro, piel blanca, con rasgos finos que me recordaban a Lyanna.
Un suspiro sale de mis labios al reconocer al muchacho que tenía frente a mí.

-¿ Él es Harry Potter? - digo más como afirmación que como pregunta y ella lo nota y se tensa por ello.