Dark Paradise

Descubriendo Sentimientos

—Así que serás mi compañero de oficina—. Dice la castaña mientras bajamos por el elevador — Ella me sonríe muy lindo y es muy amable—. —Así parece—. Contesto con voz nerviosa. Cuando las puertas se abren, Tara se abalanza sobre mí y me da un abrazo. —Todo va a estar bien…—. Susurra en mi oído con una voz cálida. Al separarse yo le sonrió y ella corresponde el acto, salgo del elevador y volteo a ver nuevamente hacia ella, al mismo tiempo que se cerraban las puertas, justo antes de que estas se cierren ella muestra una sonrisa divertida mientras agita una mano despidiéndose.
Mientras atravieso el recibidor del hotel saco mi celular del bolsillo de mi pantalón y busco el número de Katy para invitarla a ella y Gaga para ir a la playa a celebrar mi nuevo trabajo, de pronto me impacto con alguien y acto seguido muchas hojas de papel salen volando y ambos caemos al suelo, cuando miro para ver con quien había tenido el mínimo incidente no se trataba más que del mismo chico que me dio el “aventón” en la mañana. Dejo mi impulso de enojo al recordar su noble acto mañanero. —Lo siento—. me disculpo mientras le ayudo a recoger los posibles documentos, cuando extiendo la mano para recoger una hoja que me llamo la atención, alcanzo a ver unos trazos dibujados, pero antes de distinguir que es, el chico pone su mano sobre la mía casi inmediatamente de que yo la había puesto sobre el dibujo, ambos subimos la mirada y veo sus ojos, unos ojos hermosos, unos ojos profundos, él sonríe divertido, con unos bonitos labios, me ruborizo y quito mi mano lentamente, él se sonroja también al mismo tiempo que se levanta con sus papeles en mano, lo mismo hago y antes de que dé algún paso…
— ¡Hey! — Expreso alzando la voz. El voltea y con su poniendo una sonrisa se detiene y voltea nuevamente hacia mí. —Te gustaría venir c-conmigo y unas amigas a la playa en por agradecimiento a lo de la mañana y disculpa de la otra ocasión. Digo nervioso.  —Por cierto... No te he preguntado tu nombre.... —Pregunto antes de que él pudiera contestar a la anterior invitación. —Me llamo Jo Calderone... y sí, me encantaría ir, sólo dime donde nos vemos. — ¿Te parece si vas a mi casa de ahí recogemos a mis amigas y nos vamos?—. —Pero no sé dónde vives—. Dice Jo algo confundido. — ¿Entonces…?—. Pregunto desanimado. Jo cambia  su expresión confusa a una entusiasta. —Espera unos minutos, voy a subir estos archivos y vuelvo—. —Está bien— Digo aceptando la propuesta, mientras él entra en el ascensor a paso apresurado.

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Lo veo salir del elevador y en ese momento siento como si todo fuera en cámara lenta, y un brillo saliera de su interior y mi corazón comienza a latir más rápido de lo normal, creo que es oficial, creo que me gusta. — ¡Listo! ¡Vámonos! —. Jo se dirige a mi sacándome de mis románticos pensamientos. Al salir del hotel nos dirigimos al estacionamiento donde supuse había aparcado su moto.
Cuando nos montamos en esta sin que él me lo sugiera me abrazo a él, Jo voltea y me sonrie tiernamente y pone su mirada encantadoramente matadora antes de ponerse el casco; me sonrojo y de igual manera me pongo el casco que estaba en la parte trasera.
Al girar la llave accionó el motor, el cual hizo escuchar su rugir, comenzó a avanzar, mientras el viento sopla y por debajo del casco puedo percibir el olor de su perfume, un perfume Versasse de hombre que combinado con el abrazo, sentí otra sensación diferente a la primera vez, algo más que adrenalina, algo inexplicable...
Una catarsis en mi interior comienza a fluir, realmente desde ahora me encanta ir en motocicleta y más cuando es con él, que aunque sólo han sido dos veces le he tomado gusto
Todo va tan rapido, el viento, la velocidad causa un estallido de emociones.
Voy tan adentrado en mis pensamientos que casi no me doy cuenta que nos desviamos por otro rumbo contrario al de mi casa.
— ¡Hey! ¡Tenías que seguir por la derecha! —. Grito para que Jo me escuche. —Sí, pero primero vamos a mi casa por mis cosas para la playa—. De igual manera grita para para que yo lo pueda escuchar.
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Después de atravesar varias calles, damos vuelta en una, la velocidad baja cada vez más hasta detenerse completamente frente a una hermosa casa, él no vivia en un condominio como yo, se apreciaba que esa manzana era de gente con dinero, pero eso no importa, nunca he sido alguien interesado.
Entramos a su morada y observo todo alrededor es más grande de lo que se ve por fuera y con varios lujos
—Espera, voy a cambiarme y a hacer una mochila o una maleta con las cosas que necesite, puedes hacer lo que quieras, mi hogar es tu casa.
Yo sólo asiento con la cabeza y empiezo a explorar el lugar con la vista y decido sentarme en un sofá, observo la cocina, el jardín y las fotografias en la sala, me sorprendo al ver una foto que apenas se nota esta cortada a la mitad; donde está él con otra persona ya que se divisa su brazo.   — ¿Por qué la habrá cortado y quien estará en la otra parte?