—¿Quieres casarte conmigo?
Hoseok reconocía que hay cierto tipo de comportamiento para cierto tipo de ocasiones, pero cuando Jeon Jungkook estaba frente a él pidiéndole matrimonio una sola imagen vino a su cabeza y junto a ellas las palabras que odiaria toda su vida.
—hay mejores que tu. No eres suficiente para mí.
Su mano tomo impulso y cuando recobro el sentido Jeon estaba con la mano sobre una mejilla roja y un labio partido por el golpe que Hoseok le había dado
—Idiota.
** **
Tres emanas antes...
Jimin miro con atención a su mami, en cómo se movía de un lado a otro en el salón bajo la atenta mirada de todos sus compañeros. Lo veia caminar con una sonrisa en su rostro, hablar con cariño y brillar como el sol.
Pero...
—¡No! ¡No quiero irme!
Todo tenía un final cuando el reloj que estaba en su salón marcaba la salida, era el momento en dónde una batalla por su felicidad era ejecutada. No, el no quería ir con su niñera, él quería quedarse en la escuela con mami. No quería ir a casa porque estaría solo, prefería dejar de lado sus juguetes si con eso se quedaba un poco más.
—Lo lamento. Jimin no suele comportarse de esta manera. En verdad, el es muy obediente.
—No se preocupe —dijo Hoseok mirando al niño que tenía en brazos, claro, este no estaba dispuesto a soltarlo por más que ya todos sus estudiantes se hubieran marchado y solo se encontrarán ellos en ese salón—. Es un niño inteligente, si se le habla de la forma correcta entenderá perfectamente que no puede quedarse.
Jimin la verdad no entendía mucho de lo que los adultos podían hablar, así que solo se abrazaba con fuerza a Hoseok, entusiasmado del dulce aroma que tiene su mami, en como con si calidez su corazón ya no duele.
—No quiero ir casa. Me quedaré con mami.
—Me temo que no puedes quedarte —le dice Hoseon con suavidad—. Tienes una casa, una familia Jimin. Si no regresas a casa estarán muy tristes.
—pero ya estoy triste sin mami. No quero estar solo. No me gusta.
Los ojos de Jimin comenzaron a cristalizarse. Sus mejillas enrogecieron y un puchero se formó en sus labios. Hoseok no era inmune a esa carita, pero entre permitirle a Jimin que lo siguiera llamando mami y dejar que este se aprovechará de su ternura para quedarse en clase había un límite.
—Te prometo que mañana te traerte un regalo si vas a casa hoy.
—¿Un regalo? —jimin cambio rápidamente su rostro triste y afligido por uno que mostraba a mucho interes.
Hoseok asintió bajando al niño al suelo. Y disimuladamente entregando la pequeña manito a la nana.
—sera una sorpresa si te portas bien, obedeces, comes tus alimentos y haces tus deberes ¿Estás de acuerdo?
Jimin asintió contento. Si mami era feliz con eso lo haría, se portaria bien. Lo intentaría, en verdad lo haría, pero...
Mami no cumplió su promesa y el regalo no llego.
Los días pasaron, y ansioso esperaba ese regalo hasta que la semana termino. Hoseok entro al salón con un semblante decaído.
—amargo —penso Jimin—. Mami está triste.
La clase continuo tranquila hasta que terminó y todos se fueron a casa. Hoseok finalmente suspiro resignado ante la decisión que se había tomado. Miro a Jimin frente a él, quién diría que un niño robaría tan rápidamente su corazón. Se inclino hacia él, mirando aquellos ojistos negros, ese cabello oscuro alboroto y megillar rojas. Sonrió enternecido, sería la última vez que lo vería. Al menos como su estudiante.
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Una familia de mentira [Junghope]
FanfictionDonde Jimin es un pequeño que piensa que Hoseok es su "mami"