Una familia de mentira [Junghope]

Capítulo 7

—Es necesario hacer los exámenes necesarios. Hoseok puede tener el aroma que Jimin asemeja al de su madre, pero no nos asegura que pueda ser igual de efectivo —Yoongi se mantenía serio. Había guardado un extraño semblante desde que se encontraron. Jungkook no parecía notarlo, pero Hosoek se sentía incómodo. Lo sabía, sabía que Yoongi sospechaba algo—. En muchos casos es más fácil con un destinado, pero dado que no lo son...

—lo somos —interrumpio Jungkook. Yoongi se detuvo dejando caer la pluma que tenía entre sus manos. Miró a Jungkook desde el otro lado de su escritorio, confundido por la repentina respuesta—. Hoseok es mi destinado.

Hoseok se quedó quieto. Mirando como los oscuros ojos de Yoongi tomaban un tono más oscuro, como el de un animal salvaje que estaba apunto de atacar.

—¿Destinados? —pregunto— ¿Ustedes dos?

—Si —afirmo Jungkook—. Es, es algo complicado, pero lo somos ¿Algún problema?

Hoseok sabia que debía intervenir.

—Yoon... —llamo despacio. La atención de Jungkook fue puesta sobre él, pero Hoseok se concentro en tomar la mano de Yoongi.

—No, no hay ningún problema —dijo Yoongi—. Señor Jeon creo que eso es todo por hoy, puede restirarse. Yo me comunicaré con usted si surgiera algún imprevisto.

—pero...

—No se preocupe. Me aseguraré de que todo esté listo para mañana.

Jungkook se sintió ofendido, parecía que el trato que tenía el doctor Min hacia él de pronto había cambiado. ¿Por qué lo miraba de esa manera?

—vamonos Hoseok —dijo, no tenía más ánimos para más.

—me quedó.

—¿Qué?

—Necesito hablar de algo importante —explico. Aunque realmente no sentia que tendría que explicárselo—. Hablamos mañana.

Jungkook quizo reclamar, pero ¿Qué? Talvez Yoongi incluso siendo solo el amigo tenía más derecho, incluso aunque Hoseok estuviera ahí por Jimin no era suficiente. Jungkook y su alfa eran concientes de que ni siquiera merecerían hablarle. No cuando su relación termino en tan malas condiciones.

La puerta de aquella oficina finalmente cerró. Solo eran Hoseok y Yoongi. Mirándose uno al otro hasta que Yoongi se puso de pie llevando una mano hacia su cabeza despejando su frente, exhalando el aire que había olvidado que estaba reteniendo y mirando por la ventana a una ciudad oscurecida.

—Asi que es él —dijo Yoongi—. El alfa que rompió el lazo cuando tuviste el accidente. Él es quien te rechazó. ¡Él idiota...!

—¡Yoongi!

Hoseok alzo la voz. Aún sentado no quería mirarlo, ya se sentía lo suficientemente confundido, tantas cosas en tan poco tiempo. Su mundo si que era pequeño.

Jimin fue solo un niño, un pequeño que se aferró a él que resultó ser el hijo de Jungkook, su ex, su destinado. Jimin, ese pequeño ahora enfermo lo necesitaba, porque sufría de una extraña condición en la que Yoongi era especialista. Su mundo se había reducido de pronto a recordar el pasado, a cuestionarse si se trataba de una broma de la vida que quería verlo en esa situación.

—No lo defiendas —reclamo Yoongi volteando a verlo. Su rostro levemente enrojecido, sus oscuros cabellos desordenados. Él se acerco, se inclino frente a Hoseok hasta tomar sus manos—. No lo merece.

—No lo defiendo. Ni siquiera pensaba que lo encontraría. Pero, tu, tu lo viste. Viste a Jimin. No pedí conocer a ese niño, ni que el se aferrara de esa manera a mi, pero lo hizo, y ahora está en esa cama, en este hospital...¡Y yo! ¡Yo! —Hoseok comenzó a alzar la voz. Las lágrimas comenzaron a caer—. ¡No lo entiendo! ¡No lo entiendo! Jimin...el no tiene la culpa de que su padre y yo terminaramos de esa manera... No puedo dejarlo ahí. No cuando se cuánto duele, no cuando se que casi yo moría. No me imagino cuánto le duele a él —Hoseok levanto la mirada, encontrado la de Yoongi que aún sostenía su mano—.  ¿Puedes entenderme?