Capítulo 10

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—¿Recuerdas tu primer beso?

Una imagen cruza su mente, tan simple, tan rápida que lo deja con una sonrisa. Años jóvenes, tan buenos que pasaron demacio rápido pero que recuerda con cariño.

—es algo que uno no olvida fácilmente —responde a su pregunta—. Sobretodo cuando es la persona indicada. Aunque luego perdí su rastro sigue estando en mi memoria.

—Fue fácil contigo entonces.

—¿A qué te refieres?

—Mi primer beso fue con la persona perfecta. La persona que amaba.

—eso es bueno.

—No cuando todo gritaba que estaba equivocado. No cuando aún era demasiado joven para saber que todo se arruinaría. De haber sido alfa o beta talvez las cosas hubieran sido diferentes.

Namjoon vio la tristeza que cruzaba en el brillo de aquellos ojos. Habia una sensación tan distinta, tan débil y llena de dolor que simplemente no sabía cómo consolar aquel corazón roto.

—Lo arreglarás Taehyung —dijo Namjoon sin dejar de mirarlo. Su mano se acerco tímidamente a aquella pálida y cubierta de vendajes, dónde los moretones y heridas aún sanaban—. Las cosas no han tomado un buen rumbo, pero ahora que estás despierto podrás aclarar las cosas.

—Todos me odiaran.

—Estare contigo.

—No lo harás. No deberias. —Taehyung derramó las lágrimas soltando su mano para cubrir su rostro—. Jin tenía razón. Solo, solo debía hacerle caso desde el principio.

Namjoon suspiro derrotado. Los días largos habían hecho que finalmente cediera ante el cansancio. Estaba seguro que nadie lo reconociera con su aspecto desalineado, pero no importaba. Para todos solo estaba en unas largas vacaciones, cuando en realidad había pasado un largo tiempo acompañado a Taehyung en el hospital.

No era fácil, sobretodo cuando Seokjin había puesto estricta vigilancia en el hospital. Fue cuestión de suerte lograr llegar a él, sabía que no podía dejarlo solo.

—Soy tu destinado —dijo Namjoon tomando las manos de Taehyung. Miro su cara aún enrojecida, lágrimas secas en sus mejillas y profundas ojeras bajo sus ojos. No era fácil ignorar el latir de su corazón queriendo protegerlo—. Te apoyaré, estaré a tu lado, pero necesitas decir la verdad. Jungkook necesita la verdad sobre el padre de su hijo y Hoseok tiene que saber que Jimin es su hijo.

** **

Miro a su alrededor. Sábanas calidas, aire fresco. No era su cama y mucho menos su habitación. El aroma que había en el aire era familiar y molesto a al vez, pero la mano que sostenía la suya era suficiente para tranquilizarlo.

—¡Mami!

Jimin estaba a su lado. El pequeño cachorro lo miraba con preocupación. Parecía cansado, Hoseok solo podía sospechar que el pequeño había estado ahí por largo tiempo.

La luz de día entraba por las ventanas, había pasado un largo tiempo inconsciente. Recuerda a Jungkook, el calor de sus labios y el dolor en su corazón. 

—Buenos días Jimin —trata de sonreír, su cuerpo está adormecido—. ¿Dormiste bien cariño?

—No. No pude... —responde Jimin subiendo a la cama y aferrándose al cuerpo de Hoseok. Su pequeña nariz busca la curva de su cuello hacia donde emana su aroma. Jimin se relaja y se acomoda sobre su pecho—. Papá lloro. Tu dormías mucho y él lloro.

Hoseok siente que se el orpime el pecho ante la imagen que llega a su mente y como si se tratara de una señal pronto siente un extraño hormigueo recorrer su cuerpo antes de escuchar las pisadas y ver cómo la puerta es abierta bruscamente. Jungkook entra, notablemente cansado, desesperado. Corre hacia él, pero se detiene bruscamente antes de siquiera llegar a la cama. Su semblante cambia y parece más un cachorro regañado que el alfa fuerte que siempre aparenta.

Una familia de mentira [Junghope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora