Magia Letal (Segundo Libro ✔️)

Capitulo 21

Joan

Un pinchazo en mi pecho, es molesto, pero realmente puedo aguantarlo, sin embargo, este pequeño dolor se vuelve más fuerte. Se siente como si alguna fuerza estuviera sobre mí, tratando de romperme, tratando de dejarme en esta cama. No puedo con esto y me obligo a despertar, mis ojos muy pesadamente van abriéndose poco a poco y mis manos acarician la sábana debajo de mí. Me levanto de golpe cuando por fin siento mis extremidades libres.

— Mamá — Dante se acerca muy preocupado.

— Mis niñas, ¿Dónde están? — esa sensación de presión en mi pecho sé que fue una llamada.

— Están afuera, hablan con Miguel — mi hijo limpia el sudor de mi frente con la manga de su playera.

— Quédate aquí — le digo, apartándolo cuidadosamente para poder ir a la puerta.

Voy descalza, pero no veo mis pies por el vestido negro que los tapa. Estoy a punto de salir cuando mi niño me llama.

— Voy contigo.

— No — me doy la vuelta muy rápido, provocando un mareo — Tú te quedas aquí. Afuera hay un ser sumamente poderoso y tú, cariño, no puedes contra él.

— Necesito protegerte, no puedo dejart-

— Yo tengo que proteger a ti — tomo su rostro entre mis manos y observo detenidamente ese azul llamativo de sus ojos — Tengo que hacerlo por esos años en los que no puede hacerlo.

— No quiero perderte.

Mi vista se nubla, así que parpadeo para poder dejar caer las lágrimas que se retenían en mis ojos. Sin decir nada y aguantando las ganas de romperme frente a él, le doy un beso en la frente. Mis manos pasan a los lados dejando las palmas hacia arriba, a la vez que junto mi frente con la suya.

— Protector — mi poder crea una capa invisible alrededor de mi hijo, separándome de él — Quiero que sepas que eres lo más hermoso que mi vida pudo recibir.

— Mamá — Dante trata de acercarse, pero el escudo se lo impide — ¡ MAMÁ! — me grita desesperadamente mientras golpea el escudo sin ningún resultado.

— Te amo.

Me doy la vuelta para irme y aunque él sigue gritando hago el esfuerzo posible para seguir. Paso con rapidez la sala golpeándome un poco con el sofá por ver que Raúl está con Elizabeth.

— Raúl, lleva a Elizabeth al cuarto y manténganse encerrados, ahora — no espero a que lo hago solo sigo mi camino.

Cuando salgo logro ver a Miguel y Vladímir cubriendo a mis niñas, todos ellos viendo fijamente al depurador.

El hombre es de complexión mediana, con los ojos grises casi negros y cabello azabache un tanto largo llegando por las orejas.

— Derek — murmuro. Pero él parece oírme porque su rostro gira hacia mí.

— Tú — me señala el depurador, girando por completo para verme — Dame lo que me pertenece.

— Está magia no te pertenece, tu tiempo como depurador ya pasó. Tu misión en este mundo ya se acabó, así que largo de aquí y déjanos en paz.

Puedo notar como las cejas de Derek se juntan más, mostrándome su evidente furia hacia mi comentario.

— El nuevo mundo llegará y será gracias a mí — lentamente avanza en mi dirección. Yo no me muestro débil ante ello — Y no dejaré que tú y tus marionetas me lo impidan.

Sus pasos se vuelven más rápidos poniéndome un poco nerviosa. No puedo no siquiera hacer nada con mi magia porque Derek sale detrás de mí.

— Lánzalo — su magia hace caer al depurador a los pies del Arcángel — ¿Por qué me llamaste?