¿POR QUÉ NO PUEDO DECIRTE?

1. El Séptimo Hokage

"Las rosas no siempre son rojas, toman el color de lo que amas"

- Se me ocurrió de la nada

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Un grupo de pájaros sobrevoló el pueblo de Konoha, el sol comenzaba a notarse en el horizonte iluminando los techos de las casas. Kakashi aún se encontraba en la oficina, pero tenía un mejor humor que cualquier otro día.

Una pequeña hoja apareció de la nada y un suave sonido casi imperceptible le avisó de la presencia de un ninja. Levantó la vista del documento que estaba revisando con anterioridad y se encontró con uno de sus antiguos alumnos mirándolo fijamente.

- Buenos días Sasuke ¿Qué te trae a mi oficina hoy? - preguntó casualmente el sexto hokage.

- Buenos días Kakashi-sensei, la razón por la que estoy aquí es la ceremonia del séptimo Hokage que se celebrará hoy - respondió dirigiéndose a uno de los sillones de la oficina para tomar asiento.

- Así que es eso, jum... Me harías un favor... ¿Puedes ir a la casa de Naruto y despertarlo? - preguntó Kakashi.

- ¿Por qué lo dices? ¿No tienes cosas más importantes por hacer que andar pidiendo favores? - preguntó Sasuke arqueando una seja.

- Esto es porque anoche él, Kiba, Lee, Shikamaru, Choji y no se quiénes más lo llevaron a tomar y ambos sabemos que ahora es capaz de quedarse dormido y no asistir a la ceremonia- afirmó Kakashi.

Ante el comentario ambos rieron brevemente, Kakashi se levantó de su asiento detrás del escritorio y cruzó la oficina para sentarse en frente de Sasuke.

- Si es así, no es mucha molestia; aunque creo que sus hijos se me adelantarán - comentó Sasuke a su sensei.

- Yo no estaría tan seguro, esos pequeños diablillos tengan la energía que tengan no madrugan - respondió Kakashi arqueando sus ojos cerrados en señal de sonrisa.

- Tal vez tengas razón... De todos modos yo ya me tengo que ir, debo visitar a Sakura antes de que Sarada despierte - dijo Sasuke levantandose del sillón y caminando hacia la puerta.

- A veces me olvido que ustedes ya son adultos, ¡Ah! Y no hagas nada indebido al llegar a casa, recuerda que las noches son mejores para "eso" - dijo Kakashi, una mirada pícara delatando sus intenciones con ese comentario.

- Seguro..., me tengo que ir, hasta luego Kakashi-sensei - dijo Sasuke y salió por la puerta.

- Oh... Sasuke está cada vez más frío, uno ya no puede hacer bromas inocentes con él - dijo Kakashi dramáticamente y suspiró dejando caer sus hombros decepcionado. Él extrañaba cuando sus alumnos se ponían nerviosos por esos comentarios.

Kakashi se levantó del sofá y caminó nuevamente hacia su escritorio, lo rodeó y se sentó en su silla; movió su mano hacia la sección derecha y de uno de los cajones sacó el pequeño tesoro ahí escondido, un libro con portada naranja.

"Un pequeño vistazo para distraerse"

Pensó Kakashi hojeando el libro hasta que llegó a una parte remarcada de color azul; un pequeño sonrojo cruzó sus mejillas y sus ojos tomaron de nuevo una mirada pícara prosiguiendo la lectura desde donde se había quedado.