3. Kurama

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"Cuándo piensas que las cosas no pueden salir de lo cotidiano, la respuesta siempre es inesperada"

-Faby719847

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La mañana fué extraña, pero no comparada a la noche anterior, lo fué mucho más. Naruto nunca había tomado y su primera vez haciéndolo fué demasiado para él; inclusive para el zorro que vivía dentro de él, ya que, aún siendo una bestia milenaria, tuvo que presenciar absurdamente a su contenedor haciendo el ridículo en el bar. En serio, incluso la misma Mito y Kushina tenían una mejor resistencia al alcohol.

Se abstuvo de quejarse cuando la mujer de Naruto lo mandó a dormir al sofá, acción que no dudará en restregar en la cara del rubio la mañana siguiente. Dejó de lado su tren de pensamiento y se dispuso a dormir una siesta, era lo único que podía hacer para disuadir los pesados ronquidos irregulares que le atormentaban los oídos.

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Algo sacudió ligeramente el ambiente mental de Naruto, el gran zorro se asomó por la vista de su anfitrión y quedó boquiabierto. No era fácil sorprenderlo, nunca lo fué... hasta que conoció al humano rubio que ahora llamaba amigo; aún con él seguía sin acostumbrarse a las sorpresas, especialmente porque no esperaba una a esta altura de la vida.

Quiso soltar una carcajada de ironía al ver la situación en la que se vio comprometido el joven adulto, misma situación que disfrutaría de recordar junto a las otras dos parecidas que Naruto vivió en su infancia. Fué un buen show según de zorro, digno de una película.

Ya había grabado el recuerdo en su antigua memoria, nunca lo olvidaría, en especial el rostro del rubio al darse cuenta de que besaba apasionadamente a su mejor amigo.

Él ya había visto a sus antiguas anfitrionas tener intimidad con sus parejas masculinas, pero esta vez estaba intrigado por lo que podría pasar al ser una pareja de humanos masculinos, solo había oído hablar de eso por medio de su hermana Matatabi y se preguntaba si la sensación sería diferente a la de una anfitriona femenina.

Fingió dormir cuando un ligero brillo rojo y violeta se hizo presente, rápidamente dedujo su procedencia y cayó en un estado de meditación parecido al sueño. Nunca estuvo cómodo con la idea de amistad con un Uchiha, nunca le agradaron esos ojos malditos, pero no pudo quejarse al ser obligado a reconocer que no todos eran como Madara.

Lo que realmente le molestó, fue que la memoria del rubio había sido borrada. Aunque no era una molestia intensa, se sintió decepcionado por la situación. Pero todavía estaba maquinando un plan para jugarle una broma a alguien con el desafortunado acontecimiento ocurrido en ese momento, si, eso es mejor que su pensamiento anterior.

Las crías de Naruto entraron y lo despertaron brúscamente, esta vez el zorro contuvo su interminable sueño y se conformó con una risilla malévola, no solo por la ecena.

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El desayuno había sido meticulosamente acomodando sobre la mesa. Hinata siempre puso su mejor esfuerzo en hacer la comida, desde el día en el que su esposo le dijo que le gustaba como cocinaba.

Se limpió una gota de sudor de la frente con el dorso de su mano y vió entrar al comedor a sus hijos arrastrando a su esposo aún somnoliento. Sonrió cálidamente y se apartó de la mesa mostrando su elaborada selección de platillos servidos correctamente encima de la mesa.

¿POR QUÉ NO PUEDO DECIRTE?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora