Cute florist | Jeongcheol #1

𝙇𝙚𝙨 𝙛𝙡𝙚𝙪𝙧𝙨

Las flores

TW ⚠️: Mención de intento de abuso sexual. Si eres sensible al tema, recomiendo avanzar hasta el primer separador o abandonar la lectura.

—HyungWon...

Observó anonadado al alfa que se encontraba frente a él. ¿Qué hacía ahí?

—JeongHan, yo...

Y la memoria del omega se refrescó a su totalidad. La sensación de un balde de agua fría cayendo sobre él lo dejó atónito. Cada escena volviendo hacia él. Cayendo al vacío. Sintiéndose al límite. Sin respirar. Todo al mismo tiempo.

—Lárgate. No quiero verte más. No vuelvas a buscarme.

Caminó alejándose del aparador para correrlo de una vez. No necesitaba escuchar nada de la basura que tendría que decirle. Sus acciones dijeron más que sus palabras. Estaba harto, no iba a dejarse manipular, no de nuevo.

—JeongHan, déjame explicártelo todo, por favor.

—No quiero escuchar tus míseras explicaciones HyungWon, vete –El pelilargo abrió e hizo tintinear la campana en la puerta, haciendo un ademán para enviarlo afuera.

—Por favor, JeongHan –HyungWon hábilmente se acercó al pelilargo y sujetó fuertemente su antebrazo, estremeciendo a JeongHan, haciéndolo soltar la puerta bruscamente.

—¡Me estás lastimando, suéltame!

—Maldición JeongHan, no. Debes entender que me perteneces. Cualquiera sabría que eres el hombre más fácil de la facultad. Nadie te va a querer así, pero te ofrezco mi amor, solo acéptalo y deja de quejarte.

—Imbécil, fuiste infiel tantas veces, me humillaste frente a tus amigos y me dejaste en ridículo frente a toda la escuela. Ya no somos absolutamente nada, deja de acosarme –La respiración de JeongHan se entrecortaba mientras intentaba zafarse del agarre contrario con dificultades– ¡Suéltame idiota, me duele! 

—JeongHan. ¡Entiende de una vez que eres mío! –HyungWon lo sostuvo bruscamente por su cintura, mientras JeongHan lo observaba con ojos llenos de miedo– No me interesa lo que digas, ya estoy harto de esto. –HyungWon comenzó a acercarse peligrosamente al cuello del pelilargo, haciendo a JeongHan asquearse por el tacto y las feromonas que soltaba el contrario.

El alfa comenzó a arrastrarlo tras el mostrador. HyungWon retenía sus gritos de auxilio cubriendo su boca con su mano mientras el contrario lloriqueaba bajo él. 

Desde afuera, la vista lucía normal. Nada fuera de lo común. Nadie quien pudiera ayudarlo. JeongHan se sentía tan abrumado que pedía clemencia a cualquier ser todopoderoso por algún milagro. Y después lo pensó bien, jamás fue una persona con suerte.

Pero aquella mala suerte, cambió al escuchar el tintineo de la pequeña campana.