41| ¡Isla bajo ataque!

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Diría que luego de ayudar a Bakugo con su corbata Kirishima llegó ya listo y nos fuimos de la habitación después de recibir una llamada de Iida regañándonos por llegar tarde.

En el camino nos perdimos... mejor dicho, Kirishima nos perdió al no saber la ubicación de donde teníamos que ir, por suerte yo si recordaba el lugar —lo que fue un alivio sino Bakugo hubiera matado a Kirishima por hacerlo caminar en círculos —. Pero, cuando llegamos no había nadie en el punto de reunión y cuando intentamos contactar a los chicos con mi teléfono salía que estaba fuera de servicio, de hecho, no había señal y los ascensores no funcionaban.

Los tres presentíamos que algo había pasado con el sistema de seguridad lo cual era malo, de eso dependía esta isla y sin ella todos los que estaban aquí están vulnerables. No sabemos por qué no hay nadie tratando de ir a arreglar el sistema de seguridad por lo que los chicos me preguntaron si podía arreglarlo.

Cree vida con Quirk a los cinco años, arreglar un sistema de seguridad no debe ser nada.

Por eso estamos aquí, subiendo un montón de escaleras solo para poder llegar a la sala de controles y siendo sincera, no me creo nada de esa alarma de bomba que recibimos después en mi teléfono. Me lo creería en otro lado pero no en un lugar con el mismo sistema de seguridad que Tartarus.

Aquí la cuestión...

¿¡Porque son tantos pisos para llegar al sistema de seguridad!? ¿¡Era necesario ponerlo en el último piso de la torre!?

Oi —llama Bakugo, deteniéndose y haciendo que lo haga porque me bloqueaba el camino —. ¿¡Por qué eres tan lenta.

—No todos tenemos la misma resistencia física tuya, Bakugo o la tuya Kirishima —señaló al pelirrojo que aunque no estaba como si se fuera a morir si estaba un poco cansado.

Estos botines no tienen tanto tacón pero ahora, el que tengan un poco me están matando. ¿Por qué a las mujeres les encanta usarlos sabiendo que son unas arnas mortales para sus pies?

—¿No quieres que uno de los dos te cargue? —Kirishima se intenta acercar mientras pregunta, un gruñido de Bakugo lo detiene que hace que retroceda y que yo ponga los ojos en blanco

—No estoy bien —recuperó la compostura y Burpy me daba golpe en la mejilla para que les pregunte —. ¿En qué piso estamos?

—Estaremos llegando al piso setenta.

¿¡Qué!?

¿¡Por qué!?

Burpy y las demás gruñen conmigo frustrados y enojados porque faltan demasiado para llegar. Conocer ahora mucho sobre I-Island no me agrada demasiado.

—El sistema de seguridad está en el último piso —al ver que Kirishima no captó, recalcó con frustración: —. En una torre de 200 pisos.

Kirishima abre los ojos, sorprendido.

Diría lo mismo de Bakugo, pero...

—¡Dejen de conversar y sigan caminando! —ordena Bakugo que se mantuvo callado misteriosamente.

Ruedo loa ojos pero, aun así, le hago caso y seguimos subiendo piso tras piso hasta que llegamos al piso ochenta que estaban bloqueado. Sean menos obvio de que algo está ocurriendo aquí. Hasta que vimos una puerta abierta y decidimos entrar para ver quien estaba aquí, espero que sean aliados y no enemigos, eso sería un problema... para ellos.

La puerta nos guio a un pasillo en donde estaba bloqueado y como Bakugo no quería volver a sus pasos para buscar una nueva forma de subir, explotó esas puertas de metal y vimos un pequeño iceberg de hielo que impedía que se cerra una, estoy segura que era el hielo de Todoroki.

I can be a hero ||BNHA OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora