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Jeon pudo divisar cómo Park Jimin alias el amor de su vida, había sido uno de los primeros en entrar al salón. Le fue inevitable no sonreír al ver al hermoso chico frente a sus ojos, era algo que no estaba en él y que de hecho se había vuelto una costumbre.

Después de todo, con un simple pensamiento del rubio, ya estaba sonriendo como idiota.

No lo podía negar, estaba completamente enamorado de ese lindo rubio desde hace un tiempo.

- Buenos días, profesor Jeon - dijo Jimin con una hermosa sonrisa en su rostro.

- Buenos días, hermoso -mencionó algo coqueto y con una pícara sonrisa en su rostro.

Park se atragantó con su propia saliva al oír aquello, miró al el profesor Jeon con incredulidad, pensando que él tal vez había oído mal, debido a que Jeon jamás le hubiera dicho algo así y menos en ese tono coqueto.

Si aquella voz le susurra algo al oído, estaba seguro de que se podría duro en menos de lo que canta un gallo.

Pero eso es algo que el profesor Jeon no tenía por saberlo, ¿no?

- ¿Qué fue lo que dijo? - La frialdad, en su mirada, era sorprendente y lo forma tan fría en la que hizo la pregunta, aun más.

Él se encontraba sorprendido de su propio actuar, no entendía él por qué había mirado y hablado de aquella forma tan fría a su profesor.

Cuando en el fondo le había gustado demasiado oír aquello, ¿por qué se comportó así?

«Eres un tarado, Park».

Fue lo primero que pasó por su mente. Y él estaba totalmente de acuerdo con el pensamiento.

Jeon por otro lado, soltó un suspiro frustrante y sonrió falsamente, como tantas veces antes había hecho, frente a ese lindo rubio frente a él.

No podía negar que le habían dolido aquellas palabras y sobre todo aquella mirada que le fue dirigida. Pero, ¿qué podía hacer? Decidió no seguir con "su plan maestro" de todas formas, solo iba a causarle daño a su tonto corazón. Al fin y al cabo se fijó en alguien que jamás lo miraría de la misma forma en la que él lo hacía.

- Buenos días, Park - dijo, con obviedad, el profesor.

- Mmmm... Yap - soltó un pequeño suspiro y miró a su mayor - Pensé haber oído algo más... Lo siento, profesor - mordió su labio con fuerza-Con su permiso iré a sentarme.

Jeon solo asintió. Él quería ver cuál era su reacción si actuaba algo coqueto con ese bonito rubio, pero jamás se esperó que fuera aquella. Se había imaginado muchos escenarios, sin duda ninguno como el que había acabado de presenciar con sus propios ojos hace apenas unos minutos.

Estaba algo triste por aquello y aquel dolor punzante en su pecho, no era bonito y no se iba.

Él tenía una leve esperanza.

Esa esperanza que cada tanto era pisoteada por el mismo Jimin o alguien más.

Minutos después, Jeon se encontraba dando su clase, se quitó, el saco, debido a que sentía mucho calor.

TEACHER い KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora