TEACHER い KOOKMIN

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Jungkook se encontraba recostado en el hombro de su pareja. Mientras escuchaba el suave rasgueo de la guitarra, sonrió y apoyó su mano derecha en el muslo de su pequeño pelinegro.

Por otro lado, Jimin tocaba la guitarra con una expresión radiante en su rostro.

Días atrás, había redescubierto su guitarra vieja en el ático, y no pudo resistir la tentación de volver a tocar; realmente disfrutaba hacerlo.

El tiempo de exámenes estaba llegando a su fin con el paso de las semanas, lo que resultaba un gran alivio para ambos.

Debido a los exámenes, apenas habían tenido la oportunidad de verse en las últimas semanas.

Por eso, habían decidido pasar ese día juntos, ya que se extrañaban demasiado.

La necesidad de estar con la persona que amaban era palpable y muy presente.

- Kook - llamó el menor a su pareja, al ver que tenía los ojitos cerrados.

- ¿Mmmh? - dijo sin abrir sus ojos - ¿Pasa algo, nene?

- Nop, solo que si tienes sueño, puedes dormir un rato. ¿Sí, amor? - sonrió y acarició los cabellos de su novio, dejando su guitarra a un lado.

- No tengo sueño, bebé, solo me relaja. Oírte tocar la guitarra - lo abrazó por la cintura y le dio un pequeño beso en la mejilla-. Te quiero.

- También te quiero, conejito - gira su rostro para dejar un besito en los labios de su mayor.

- Dios, ya quiero que terminen los exámenes y poder tenerte solo para mí - suspira con cansancio -. Estoy agotado

- Pobre Kookie - se gira un poco para abrazar a su mayor - también lo deseo que los exámenes terminen, amor... Solo debemos pensar que ya falta poco y luego estaremos juntos todo lo que queramos dos meses.

El mayor suelta una risita, asintiendo.

- Esa idea me gusta demasiado, amor... Por cierto, a finales de julio pienso mudarme...

- ¡Genial! - emocionado -, me tendrás que llevar a tu nueva casita antes.

- Lo sé, además usted va a hacer mi diseñador de interio... - fue interrumpido por él pequeño pelinegro.

- ¡Lo sé! Estoy muy emocionado, mi primer trabajo, será para mi noviecito precioso... Y, como es el primero, tendrá un precio muy alto.

Jungkook lo miró con sorpresa, no esperaba aquella respuesta, pero no hizo más que sonreír y besar los labios de Jimin.

- ¿Cuál sería el precio, pequeño? - Alzó una ceja con diversión y apretó sus caderas, usando un poco la fuerza, haciendo jadear al más pequeño.

- Ey, no hagas eso, es un momento tan serio como este - ambos ríen por el comentario-. Me dejarás quedarme en tu casita todo lo que yo quiera y al menos las dos primeras semanas harás cualquier cosa que yo te pida.

- Woow - sorprendido -, como a mi pequeño ángel guste, si ese es tu precio, lo aceptaré.

- ¡Genial! - sonríe más que feliz y río un poco.

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Ahora el profesor Jeon y Jimin se encontraban en el auto del mayor, irían a pasar el resto del día en un parque y en la noche irían a un restaurante.

- Kook - dijo Jimin, tomando la mano del mayor para luego dejar un pequeño beso en los nudillos del mayor.

- ¿Qué pasa, bebé?