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Jeon despertó con un dolor punzante en su cabeza, vio el techo blanco, realmente aquella habitación era completamente blanca.

Soltó un largo suspiro al darse cuenta de que se encontraba en un hospital y solo se pudo preguntar: ¿Por qué estaba allí?

Vio una cabellera negra recostada a la camilla, sonrió con tristeza, era a quien menos quería ver en esos momentos.

Acarició sus cabellos con delicadeza y una lágrima calló por su mejilla.

─ Desearía con todo mi ser, ser esa persona que te gusta, pollito... ─ dijo en un susurro con la voz quebrada.

Tal vez debería dejar de pensar en Jimin de forma romántica. Debería de olvidar al hermoso chico que estaba a su lado justo ahora.

Park Jimin no era para él. Aunque doliera, tenía que admitirlo, tampoco es como si fuera un masoquista de mierda.

Si quisiera luchar por Jimin, pero aquella batalla la tenía perdida.

Jimin ya tenia alguien que le gustaba, hacer algunas cosas estúpidas para llamar su atención, no iba a funcionar.

Aquello iba a ser bueno para él y menos para sí corazón.

Tomo una manta que se encontraba cerca de ellos, tapo a Jimin y secó sus lágrimas.

- Te dejaré ir bonito... Como lo tuve que haber echo hace tiempo... Solo necesito tiempo para superar todos estos sentimientos hacia ti... Sé que será difícil, pero espero lograrlo... - susurró con la voz débil.

>>>

Habían pasado unas horas desde que Jeon se había desmayado. Jimin se encontraba a su lado tomando su mano mientras lloraba, realmente estaba demasiado sensible.

No le gustaba ver a Jeon de aquella forma.

Mordió su labio con fuerza, no dejaba de toser y sorber sus mocos, se sentía pésimo, por el resfriado. Y mucho más al ver al mayor así.

- ¿Por qué lloras, Mimi? - su voz sonaba débil y un poco rasposa.

El menor subió la mirada, sonrió entre lágrimas al verlo despierto, se abalanzó sobre este, abrazándolo, mientras lloraba más que antes.

- M-me asustó mucho en serio - dijo con la voz quebrada. Se separó del abrazo para toser, tapando su boca.

- Tranquilo... está todo bien... -. Le sonrió débilmente.

«Sí, estoy mejor que nunca, jamás había estado tan bien».
Pensó cansado, tenía muchas ganas de estar solo, pero no podía decirle a Jimin que se fuera como si nada.

Y aún no sabía muy bien por qué se encontraba en el hospital, solo recordaba haber ido a la cocina y que de un momento a otro, todo le daba vueltas y se volvió negro.

Quería irse a dormir nuevamente, tal vez así no pensaría en tantas cosas dolorosas, él no quería pensar más.

- ¿Seguro? El doctor me dijo que sí, pero quiero oírlo de sus labios.

Jeon asintió con una sonrisa falsa, no quería que se procurara.

- Claro que estoy seguro... Estoy bien, no te preocupes... Deberías preocuparte más por ti, mira cómo estás - con sus pulgares quitó las lágrimas del menor-. Recuerda que estabas enfermo, debes de cuidar de tu salud.

TEACHER い KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora